Manolo Galván nos dejó baladas inolvidables...
Es
probable que el nombre parezca desconocido para los jóvenes de hoy. Aunque, en
alguna ocasión, escucharon sus canciones.
Nos
referimos a Manolo Galván. El cantante español que hizo suspirar con sus baladas
a la generación de las décadas del setenta y ochenta.
También,
es posible que muchas parejas que ahora constituyen consolidadas familias con
hijos mayores, hayan unido sus corazones al compás de sus versos.
Pero,
el destino es así. Duro. Implacable. Irreversible. No hay opción de dar vuelta
atrás. Manolo falleció hace unos días.
Nacido
en Alicante. Desde muy pequeño se inclinó por la música. En la época juvenil
fue integrante del afamado grupo Los Gritos.
Las
versiones de ese conjunto se escucharon el nuestro medio. Una de ellas es “Adiós verano, adiós amor”.
Sin
embargo, la que tuvo mensaje más profundo fue “La vida sigue igual”, aquella que decía:
“Unos que nacen, otros morirán/ unos
que ríen, otros que llorarán…”
“Siempre hay por quien vivir, por quien luchar/
siempre hay por quien sufrir y a quien amar. Al final, las obras quedan, las
gentes se van/ otros que quedan las continuarán, la vida sigue igual…”
La
canción es tan bonita que, más tarde, la interpretó Julio Iglesias.
De
manera particular, Manolo Galván inmortalizó: “Madre, hoy no me levanto”, “Por qué te marchas abuelo”, “Tu silencio”,
“Suspiro de amante” y “Pequeño
gorrión”.
No
obstante, consideramos que será recordado para siempre por su interpretación de
“Te quise, te quiero y te querré”.
Sobre
todo cuando dice: “Te quise, te quiero y
te querré/ de la forma que tu quieres que te quiera/ y no hay nada, ni nadie, ni lo habrá/ que me
quiera hacer pensar de otra manera…”
Galván
perteneció a una generación que, posiblemente, nunca más se repita para
desdicha de quienes consideran que la inspiración y el sentimiento constituyen
la esencia del amor
Al enterarme
de su muerte, recurrí a you tube para
verlo una vez más y al recordarlo, me traicionaron las lágrimas…
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