Histórica foto de los Mártires de Uchuraccay en un alto de la caminata. Cuando ni siquiera imaginaban lo que vendría después. Solo figuran siete. El octavo tomó la imagen para la posteridad...
El periodismo es una de las profesiones más riesgosas del mundo.
Cientos de reporteros y fotógrafos mueren cada año en diversas partes del orbe víctimas de los errores humanos.
Cumpliendo su noble misión de informar con objetividad e imparcialidad a través de los diferentes medios comunicación, se les arrebató la vida de manera inmisericorde.
Su único pecado fue despedirse de sus familiares y compañeros en la sala de redacción para acudir en busca de la noticia. En pos de la verdad.
En todos los casos, fue una partida sin retorno. Muchos se han inmolado en esa forma.
No importó que sean jóvenes o curtidos periodistas. Tampoco, hombres o mujeres.
Para sus acusadores eran gente “extraña y peligrosa” y la única salida era eliminarlos.
Eso es lo que ocurrió el 26 de enero de 1983, hace exactamente treinta años, con ocho colegas peruanos de distintos diarios y canales de televisión que ascendieron a la cordillera de los Andes.
La tarea era investigar sobre la manera de actuar de grupos subversivos causantes de muertes y atropellos en los pueblos andinos.
Se trasladaron en auto hasta donde la carretera les permitía avanzar. Después, emprendieron el recorrido a pie.
Fue en esas circunstancias que se encontraron con una columna rebelde que los detuvo.
Ante el impase, los hombres de prensa se identificaron mostrando sus credenciales y trataron de explicar el motivo de su presencia en la zona.
Pero, los cegados agresores no estaban dispuestos a escuchar nada y terminaron atacándolos.
Parte de la forma como fueron victimados quedó perennizada en las imágenes postreras de la cámara fotográfica de uno de los periodistas.
Ni siquiera en los últimos instantes de su vida dejó de oprimir el botón para revelar al mundo semejante atropello.
Tres décadas después evocamos a Willy Reto, Jorge Sedano, Eduardo de la Piniella, Amador García, Pedro Sánchez, Luís Mendívil, Félix Gavilán y Octavio Infante.
Ellos constituyen el ejemplo del periodismo de investigación y todas sus variantes. Aquel que impulsa al reportero a no detenerse ante nada al extremo que, en ocasiones, pone en juego su propia existencia.
Honor, gloria y recuerdo imperecedero a los Mártires de Uchuraccay…
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