Fue un partido vibrante. No podía esperarse menos debido a la tradicional rivalidad existente entre Perú y Uruguay.
Como queriendo demostrar que había intención de hacer bien las cosas, los chicos de la sub veinte ya iban ganando antes de los veinte de la primera fracción.
En el gol tuvo gran participación el trujillano de las filas de la Universidad César Vallejo Víctor Cedrón quien dio un excelente pase para que Reyna convirtiera con comodidad.
Luego, el equipo se plantó bien el campo con un esquema definido, toques cortos y ataques esporádicos.
En los últimos diez minutos de esta etapa, una descoordinación permitió el empate.
Enseguida salió a relucir la garra y se hilvanaron varios avances hasta que se anotó el segundo.
La selección nacional empezó el complemento ganando dos a uno, mostrando peligrosidad a base de acciones en primera.
Fatalmente, en apenas dos minutos los “charrúas” se pusieron adelante en el marcador.
La blanquirroja entró luego en un estado de desconcierto durante varios momentos. Tardo mucho en reaccionar.
En uno de los cambios ingresó el chico Benavente, formado en el fútbol español, aunque no conseguía mostrar sus cualidades.
La reacción fue apareciendo en forma paulatina aunque con claros visos de cansancio originado por la intensidad de la jornada.
Casi sobre el final hubo una veloz incursión de Benavente quien fue derribado dentro del área y el árbitro cobró la pena máxima que él mismo ejecutó obteniendo el empate que fue justo.
Por todo lo que mostró, Perú no merecía perder. Pero, la igualdad del debut debe servir de lección para corregir errores y tratar de ganar el lunes a Venezuela, nuestro próximo adversario…
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