“¡Atrévanse…! El progreso sólo se logra así…”
(Víctor Hugo)
Después de varios meses, con motivo de la visita de una sobrina que estuvo muchos años fuera del país, la familia decidió visitar el tradicional balneario de Huanchaco.
Culminado el almuerzo y el obligado recorrido por la orilla del mar que, fatalmente, ha ganado mucho terreno a la playa, procedimos regresar a Trujillo en ómnibus.
No tuvimos que esperar demasiado. Pronto llegó un vehículo nuevo. Entonces, alguien del grupo nos advirtió que subiéramos con el pasaje en la mano.
Sin exigir mayor explicación, aceptamos la recomendación
Al abordar el vehículo por la puerta delantera, nos esperaba un bien uniformado conductor con un talonario de boletos en la mano y otros más en un panel cercano.
-- Es un sol cincuenta céntimos, precisó.
Nos sentamos cómodamente y comprobamos que el piloto hacía lo mismo con las demás personas que ingresaban.
Un detalle importante. No había cobrador. Aquel chico que recibe el dinero de la gente, grita a todo pulmón el recorrido y marca la tarjeta de control.
Algo más, quienes desean bajar oprimen el botón que hace sonar un timbre y descienden por la puerta posterior.
Dentro del vehículo no hay ninguna congestión. Tampoco las dificultades que ocurren cuando se sube y baja por el mismo lugar.
Los asientos eran cómodos y los pasamanos cubiertos en plástico anaranjado.
Por un instante, la experiencia nos trajo de inmediato a la mente el sistema de transporte existente en modernas urbes del extranjero.
Era cierto, estamos en Trujillo. Son los primeros buses que circulan en el medio con esas pinceladas de avanzada.
Resulta que un grupo de propietarios o empresarios ha tomado la iniciativa de renovar sus viejos micros por flamantes unidades, con la modalidad chofer-cobrador. Sólo les falta el kepí y la corbata.
Esto es una muestra que si es posible renovar los vetustos micros, combis y colectivos que inundan la ciudad y sus distritos.
Satisface sobremanera el importante paso dado por estos transportistas convertidos en los pioneros en este servicio brindado a los usuarios.
Y los animamos a continuar en el propósito de completar la tarea con todos los carros, pues aún circulan muchos antiguos.
El ejemplo dado por esta línea debe ser imitado por las otras. Es el reto que les plantea la ciudadanía.
Corresponde ahora a
El progreso es posible. ¡Sólo era cuestión de atreverse…!
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