lunes, 6 de julio de 2009

EL NOMBRE DE AUTORIDADES EN LOS CARTELES…


Basta colocar el organismo responsable que ejecuta la obra. El nombre de la autoridad está de más...






Es una inveterada costumbre que los alcaldes provinciales y distritales escriban sus nombres en los carteles que anuncian las obras que realizan.

Existen casos en que las inscripciones se han trasladado hasta los vehículos motorizados, los cuales pasean por todas partes la identificación de la autoridad municipal.

La sugerente actitud se trasladó, por contagio, a los gobiernos regionales, cuyos responsables adoptaron similar posición.

Algunos ciudadanos la aceptan sin mayores calificaciones, pero hay un sector que se opone, pues considera que no se puede invertir el dinero del pueblo en este tipo de inscripciones.

Esta situación de conflicto motivó al poder Ejecutivo a observar el proyecto que modificaba varios artículos de la Ley Orgánica de Municipalidades.

Dicha norma, entre otros aspectos, prohibía a las autoridades locales colocar sus nombres en los paneles que anuncian las acciones de los municipios.

El argumento de peso esgrimido se sustenta en que se trata de una decisión proselitista. Para ser más explícitos, es una forma de conseguir adeptos para un partido determinado.

Ante esa objeción, los seguidores de los distintos partidos políticos, por no decir congresistas, afirmaron que la posición del Ejecutivo esconde motivos políticos.

Hace poco, ese poder del estado dio marcha atrás y anuncia que los alcaldes, pueden continuar con la publicidad de siempre.

Es importante destacar que, tan pronto se pronunció el Ejecutivo, el presidente del Gobierno Regional de La Libertad, en forma personal ,dirigió los trabajos para borrar su nombre de todos los lugares donde aparecía.

Un criterio sencillo se apoya en que si una autoridad adquiere un remolque o camión recolector de basura con su propio dinero, está en condiciones, si así lo desea, de empapelar con su firma el vehículo.

Pero si lo ha comprado con el dinero del estado o es producto de los impuestos recaudados, la medida es inconcebible. No puede aceptarse.

Es conveniente indicar y, las autoridades lo deben tener muy presente, que sólo se puede convencer a la ciudadanía con trabajo. Únicamente con obras de trascendencia.

Jamás consignando su nombre en el primer cartón que anuncie una tarea cualquiera o en la unidad móvil que se obtuvo con el sacrificado aporte de la colectividad.

Es necesario ser honestos y, en lo posible, más modestos…

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