jueves, 2 de julio de 2009

ARRESTO DOMICILIARIO: ¡OJALÁ NO SEA CIERTO…!


El poder Judicial peruano varió la detención efectiva por arresto domiciliario a un ex ministro implicado en un acto de corrupción...


Es posible, amigo lector, que cuando usted lea estas líneas, se haya consumado un acto que la gran mayoría de peruanos, por no decir todos, quisiera que no sea cierto.

Se relaciona con la variación del mandato de detención efectiva, por el de arresto domiciliario, a un ex ministro del partido de gobierno, considerado como el principal implicado en el escándalo de corrupción causante de una crisis que trajo abajo todo un gabinete.

La orden fue dada por la Tercera Sala Penal Especial sustentándose en el inocente argumento que “no hay peligro de fuga”.

Sería interesante saber cuál es el fundamento que permite al tribunal apoyarse en ese criterio, frente a una persona no se presentó tan pronto como fue solicitada por la justicia.

El referido ciudadano es uno de los protagonistas y el principal implicado en lo que fue considerado el escándalo de los “petroaudios” que, fue paulatinamente olvidado por el gobierno y los medios de comunicación.

Lo más extraño es que, en ocho largos meses, no se haya realizado una investigación exhaustiva de la información contenida en la CPU del implicado, arguyendo distintos motivos.

Aún más, de manera insólita, ni siquiera se consiguió “abrir” el contenido del ordenador, no obstante los variados recursos que ofrece en la actualidad la tecnología informática.

Durante ese prolongado tiempo, el poder Judicial jamás realizó diligencia importante al respecto. Por lo menos no se tiene conocimiento de alguna clase de declaraciones del acusado.

Al contrario, queda la impresión que se permitieron prolongar los plazos judiciales para evitar actuar sobre las pruebas, etapas y procedimientos que dispone la ley.

Es indudable que, otro sería el resultado si en el período de detención efectiva transcurrido, se hubiese actuado con la celeridad que la población hubiese deseado.

En realidad, la ejecutoria debió efectuarse ayer mismo, sino que los “trámites administrativos” lo impidieron y es posible que se haya concretado esta mañana.

Su abogado fue el primero en manifestar que: “Lamentablemente, pasará una noche más en la cárcel”.

Sin embargo, su forma de pensar no es compartida por la ciudadanía, que tuvo que pasar muchas horas tratando de aceptar el cambio de criterio adoptado de manera súbita.

Muchos cerraron los ojos anoche esperando que lo que se difundió ayer no sea cierto.

Es que las mayorías han sufrido tantos desengaños del gobierno, que éste sólo servirá para confirmar que no existe la menor voluntad de combatir la corrupción.

Y quedará una vez más en los labios de la gente el amargo sabor de la decepción…

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