sábado, 1 de marzo de 2008

DIARIOS: ¡SUBSISTIR, PERO NO MORIR…!

El despegue noticioso a través de la informática ha constituído un duro golpe a los diarios impresos de todo el mundo que ahora luchan por supervivir...





Es indudable que el avance vertiginoso de la informática generó, desde hace un tiempo, una revolución en los medios tradicionales de comunicación.

Se impuso la inmediatez. Ya no hay necesidad de esperar la noticia publicada al siguiente día para enterarse de un suceso cualquiera.

Uno conoce el hecho, casi al instante de producirse, sólo abriendo los informativos que están actualizándose cada minuto en la infinidad de sitios web del mundo

Esta transformación ha influido negativamente en la prensa escrita que ve afectadas sus ventas de manera irremediable.

La misma razón ha desatado una innegable campaña en las redacciones dirigida a evitar la desaparición de los periódicos.

Cada uno utiliza todos los recursos imaginables con tal de mantener a sus lectores.

El objetivo fundamental es continuar su vigencia. No desaparecer

Para contrarrestar esta situación y ante la irrupción de la comunicación en la red, algunos diarios han optado por abrir también sus páginas al ámbito virtual.

Otros recurren a modernizar su diagramación o publicar suplementos, álbumes, colecciones, separatas, apéndices y todo aquello que pueda llamar la atención del lector.

En lo que respecta al Perú, diarios grandes y poderosos económicamente, así como los pequeños, no escapan a esa corriente de seguir saliendo cada mañana.

Desde hace un tiempo, ofrecen canciones en CD, archivos de arte universal, salud y dietas, lecciones escolares y hasta recetas de cocina que se van publicando en forma sucesiva.

Continuando con esa misma tónica, comprobamos que un tabloide capitalino optó por ofrecer una atrevida guía sexual lanzada por páginas.

Con el propósito de asegurar las ventas, por lo menos durante un mes, acompaña la edición normal con fascículos de escenas amorosas a todo color y poco recato.

Todo vale en esta angustiosa competencia por la supervivencia.

Y ahí están los diarios impresos en su lucha por no perder la preferencia del público. Haciéndole frente al incontenible desarrollo tecnológico.

La idea es seguir en carrera. No morir…

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