Víctor Hugo Paredes en una sugerente imagen captada por Prensa Virtual Trujillo hace un año...
El 27 de setiembre es una fecha especial para SATÉLITE. Era el onomástico de Víctor Hugo Paredes, su director de más larga trayectoria.
Cada año, en el almuerzo
conmemorativo, se reunían las autoridades, el equipo completo de nuestro
vespertino y sus amigos. Esta vez, ya no está con nosotros y elevaremos una
oración en su memoria.
Característica particular del ex
conductor de este periódico era su seriedad y responsabilidad combinadas con su
carácter afable, bromista y risueño.
Ahora no está, pero ha quedado su
estilo, la estructura y la confraternidad que generó entre nosotros.
Hoy lo evocamos mediante algunos
diálogos sostenidos con el autor de esta nota que quedaron como evidencia para
recordarlo toda la vida.
Había regresado a Trujillo luego de
una prolongada estadía en el extranjero y, pasados unos meses, decidí colaborar
con artículos de opinión en un diario local.
Un día, me encontré con Víctor Hugo
en una calle del centro y nos saludamos con la lógica efusión de dos amigos que
no se veían durante años.
Conversamos apenas unos cuantos
minutos e interrumpió todo para reclamarme:
-- Mira Freddy. Tú eres de SATÉLITE
y tienes que escribir en sus páginas. Tu “pluma” es de nuestro vespertino.
“La
pelota desinflada”, referido a la goleada de cinco a uno que le infringió
Ecuador a Perú en noviembre del 2007, fue mi primer artículo.
En otra oportunidad, analizando las
preferencias de los lectores de la región,
destacó una verdad irrefutable:
-- Lo que más me gusta es que
estamos bien en las ventas. SATÉLITE es el periódico del pueblo. Tiene un
público cautivo. La gente lo busca con avidez todas las tardes. Ese es nuestro
mejor soporte.
Más tarde, motivos particulares y
otras ocupaciones me impidieron enviar algunas notas a su correo electrónico.
Transcurridas unas semanas, mientras
almorzaba con mi esposa y mi hijo en el restaurante San Francisco de Miguel
Ganoza, ingresó Víctor Hugo.
Estaba acompañado por los redactores del
diario Paúl Acevedo Gutiérrez, actual director encargado, Danitza Sáenz y
Genaro Cuyate. Al verme, alcanzó a pronunciar:
-- Freddy, no nos olvides… te estamos
esperando…
Víctor Hugo nunca se cansó de
estimular al esforzado grupo que trabajaba en su entorno. Con frecuencia tenía
una palabra de aliento para cada uno de ellos.
Dejé de escribir otra vez durante algunos
días. No esperó más. Una noche sonó el teléfono de mi casa y se suscitó el
siguiente diálogo:
-- Aló, buenas noches.
-- Aló, buenas noches. Hola Freddy,
habla Víctor Hugo, ya no envías tus notas. ¿Qué pasa…? ¿Se te ha acabado la
cuerda…?
-- ¿Estás loco…? La cuerda solo se
me acabará cuando no tenga fuerzas para escribir...
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