El cuarto y lapidario tanto....
Infausta resultó la visita de la
Universidad César Vallejo al Cusco para enfrentar al Real Garcilaso.
Recibió la primera gran goleada del
año. Fuera de lo común desde hace mucho tiempo. Fue vencido por cuatro goles a
cero.
Varios factores influyeron en el
resultado, aunque no es ninguna justificación, porque dio la impresión que los
jugadores pudieron dar un poco más para evitar la vergüenza.
Uno de ellos fue que ingresó al
campo sin Libman, Riojas y Requena, convocados a la selección que inicia la
semana próxima las eliminatorias al Mundial Rusia 2018.
Los relevos, Martinuzzi, Rostaing y
Morales, pese a su esfuerzo, no lograron hacer olvidar a los dueños del puesto.
Rostaing tuvo una jugada peligrosa
ante Carando que pudo costarle la tarjeta roja y Morales no es el volante que
deslumbró en la Sudamericana del año pasado.
Es posible que la falta de
titularidad en el once sea uno de los motivos de su bajo rendimiento. ¡A
levantarse muchacho…!
Por su parte, Cruzado y Millán, los
baluartes del medio campo en otros duelos, experimentan el desgaste propio de
la seguidilla de partidos.
Qué decir de Chávez y Montes que,
ante la falta de servicios, tienen que buscar el balón por su propia cuenta.
Están peleados con el gol.
Las cosas se ponen negras cuando no
hay uno o dos especialistas para ejecutar los tiros libres que se pierden de
manera irremediable.
Ante este panorama, en varios
momentos las acciones resultan predecibles y son neutralizadas con facilidad
por el adversario.
La situación se agravó ayer al
reconocer que la plaza cusqueña, por su propia naturaleza, es difícil.
Este desliz permitió al cuadro
andino recuperarse con creces, pues no ganaba hace cinco fechas, mientras los
“poetas” retroceden peligrosamente.
Viene un corto receso donde debe
analizarse lo realizado, enmendar las fallas y buscar repotenciarse. No queda
otra.
Porque, según lo último que hemos
visto, la Vallejo se complica…
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