La prensa cumple una importante labor en el Perú actual...
Nunca como en los actuales momentos
el periodismo peruano, sustentado en la libertad de prensa, marcha acorde con
la denominación de “cuarto poder”.
Cumpliendo su función al máximo, denunció
delicados asuntos que, en otros tiempos, hubieran quedado escondidos. Lejos del
conocimiento de las mayorías.
Acuciosas labores de investigación vinculadas
a casos de corrupción, narcotráfico, violencia y otros, relacionados al maltrato
ciudadano, son puestas en manos de la justicia.
Impulsa acciones no aclaradas del
todo, atribuidas a políticos de distintos partidos que los obligan recurrir a
argucias legales para eludir los tribunales.
Cuando, partiendo del principio de
la inocencia, lo aconsejable ante esta clase de acusaciones, es poner el pecho
y demostrarla. Nada más.
En nuestro medio ocurre lo
contrario. Nadie quiere ser investigado. Nadie desea aclarar los hechos. Los rehúyen.
¡Y se declaran inocentes…!
Pero, allí están los periodistas. Siguiéndoles
los pasos. Buscando datos, pruebas y documentos para despejar las dudas y
evitar la impunidad.
Este trabajo no es fácil. Tiene sus
riesgos. Varios periodistas fueron víctimas de su osadía en búsqueda de la
verdad.
Hace unas semanas, una colega limeña
fue convocada al congreso para ser interrogada. Ella, sigue en su puesto. Otra,
tuvo menos suerte. Por cumplir su misión, fue despedida.
Durante los aciagos días del
terrorismo, la búsqueda de la noticia les costó la vida a los mártires de
Uchuraccay.
Es el precio que paga el periodismo
de investigación en el Perú. Que continúa incansable. Actuando al límite. Sobre
bases sólidas. Defendiendo el interés de la colectividad.
En esa la difícil tarea de
control del poder público, la prensa se ha convertido así en el baluarte de la
democracia.
No atropella. No agrede: No ofende. No
utiliza a nadie. Se desempeña con imparcialidad, honestidad y respeto. Aporta al bien común.
Posee la suficiente formación para
emplear el idioma en su verdadera dimensión. Rechaza las groserías, pues sabe
que en el periodismo no tienen espacio,
ni lugar.
La veracidad, transparencia, la
educación y la decencia constituyen los pilares del periodismo. Nacieron juntos
y deben permanecer aliados.
Estas apreciaciones surgieron a
propósito de conmemorarse hoy 1 de octubre el Día del Periodista en el Perú.
Una fecha que debe invitarnos a la
reflexión. A efectuar una autocrítica. Seguir el mismo rumbo o reorientarnos
para tomar el camino correcto.
Partir de la premisa básica de ser
objetivos, imparciales, honestos y luchar, desde todos los frentes, en defensa
del interés ciudadano
El recordado Gabriel García Márquez
nos dejó un sabio consejo: “Para ser periodista hace falta una base cultural.
Mucha práctica y también… mucha ética…”
La prensa nacional vive momentos
decisivos. Por esa labor de fiscalización, coraje y servicio social, ostenta
con dignidad y orgullo el eslogan de cuarto poder del Estado…
No hay comentarios:
Publicar un comentario