Penal. Millán se la pica a Penny y llega el empate...
Era el partido del descarte. Ambos
tenían doce puntos. Había que ganar a Cristal para poder ascender. Y se impuso
la Universidad César Vallejo.
Dos a uno señaló el tablero final en
un duelo dinámico y vibrante en el que ninguna escuadra dio tregua.
La intensidad empezó desde el saque
con acciones alternas salvadas en los momentos culminantes por los arqueros. No
hubo goles en los primeros cuarentaicinco.
El panorama se tornaba oscuro para
los trujillanos con en penal sancionado por falta dentro del área a Cazulo que
convirtió Lobatón.
Ahora las cosas se complicaban
porque había que redoblar esfuerzos. Remar contra la corriente. Se esfumaban
las ilusiones.
Pero la UCV está acostumbrada a
luchar con el marcador en contra.
Mejor aún si sus jugadores, como
siempre debe ser, mantienen la calma, aumentan las revoluciones y se llenan de
coraje.
Como era de esperar, ajustan las
líneas, se paran en el medio campo y persisten en el ataque.
Montes, incisivo y animoso, en una
incursión obliga a Revoredo a cometer mano y se cobra la pena máxima.
Millán que hace tres días le hizo un
gol sano a Carvallo, quiere exacerbar los ánimos y se la pica a Penny,
dejándolo desairado en una jugada de lujo. Uno a uno.
Los “poetas” saben que la igualdad
no ayuda. Es necesario ir por más. Es ahora o nunca. No interesaba estar de
visitantes.
Ya disparó Chávez y Penny, impotente, solo atina a mirar la trayectoria del balón.
Fue el gol del triunfo...
Luego de un ataque profundo de los
cerveceros, se produce un fuerte despeje. El balón llega a los pies de Cruzado
aún en su cancha.
El habilidoso volante envía un
centro esquinado a la derecha. Justo delante de Chávez que desde cuarenta metros mide a Penny y le
coloca un sombrero mexicano. ¡Golazo…! Para ponerle marco.
Agonizante, el once capitalino
despliega lo que le resta de esfuerzo físico, sin embargo Trujillo ya mandaba
en el Rímac.
El domingo viene a jugar al Mansiche el Unión Comercio. Hay que asistir
para aplaudir a la Vallejo que está tras la punta…
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