lunes, 27 de julio de 2015

FELICES FIESTAS PATRIAS: ¿SOMOS REALMENTE LIBRES…?

Conmemoramos mañana un aniversario más de la independencia del Perú recordando la proclama del general José de San Martín.
            
Vienen a la memoria las célebres frases que pronunció al concluir su histórico mensaje: “Somos desde este momento libres e independientes…”
             
El himno nacional reafirma lo expresado por el ilustre militar argentino en el verso: “Somos libres, seámoslo, siempre, seámoslo siempre…”
            
Pero. ¿Ha pensado usted alguna vez en el significado de ser libres…?
             
Bien. Es estar despojados de ataduras internas y externas que impiden desarrollar. Es la capacidad de la conciencia para pensar y actuar.
             
O, mejor dicho: “No ser esclavo de nada…”, tal como lo sintetizó, hace más de dos mil años, el filósofo latino Séneca:
            
Transcurridos casi dos siglos del trascendental discurso que marcó el fin de una época y el inicio de otra en el Perú, podemos decir que: ¿Somos realmente libres…?
             
La siguiente explicación le permitirá sacar sus propias conclusiones..
             
Una gran mayoría de peruanos seguimos encadenados a situaciones retrógradas como el chisme, el egoísmo, la envidia, la viveza y la mentira.
             
Perdemos valioso tiempo comentando con el vecino o conocidos situaciones generalmente negativas o alarmistas, no verificadas.
                 
Es una triste constante manifestar un excesivo interés por sí mismo. Que todo gire a nuestro alrededor, sin importarnos en absoluto los demás.
                 
De otro lado, en ocasiones y sin ninguna razón, nos sentimos desdichados por no tener lo que posee el otro.
             
Oiga. Si el amigo adquirió algo costoso con su esfuerzo y trabajo honesto. ¡Bienvenido…! En vez de sentirnos menos, tratemos de imitarlo para ser como él.
                
Yendo a otro campo, hay gente extasiada por sus exageradas ansias de ostentar poder. Otros, hacen alarde de eso en todo nivel. Nos falta humildad.
             
Duele decir que la responsabilidad, la dignidad y la vergüenza están en retirada. No tienen ningún valor para muchos.
             
Nos dejamos dominar por la codicia. Aquel deseo vehemente de conseguir dinero o riquezas a cualquier precio.
             
Algunos consideran que ser congresista o autoridad es una forma de enriquecerse y hacen lo imposible por lograrlo. Una pena para el Perú.
             
Ciegos y equivocados, existen quienes se dejan arrastrar por caminos prohibidos y terminan en los tribunales de justicia.
             
La ambición en los estratos populares conduce a la delincuencia, para preocupación general, convertida en uno de los principales problemas del país.
             
Por último, combatir la violencia como la ciudadanía quisiera tiene límites en los tratados internacionales de derechos humanos firmados por el gobierno.      
             
Después de todo esto. ¿Usted qué opina…? ¿Somos realmente libres…?

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