Trujillo debe imitar a San Isidro para erradicar a los vehículos estacionados en el centro histórico....
El 30 de enero pasado,
Prensa Virtual Trujillo publicó el artículo “Centro histórico: ¡La gran
cochera…!”.
Nos referíamos sin lugar a dudas a
la pésima costumbre que tienen algunos conductores de estacionar sus vehículos
durante horas en el centro cívico de Trujillo.
Tal actitud está prohibida, pero como
la autoridad no se impone mediante sanciones, los choferes hacen lo que les
viene en gana.
Sobre los vehículos parqueados en
zona rígida, a comienzo de año hubo un exitoso operativo empleando grúas.
Inexplicablemente, solo duró dos días.
A pesar que estacionar unidades
móviles dentro del perímetro y en la avenida España contribuye al
embotellamiento del área en horas punta.
Respecto a esta enojosa situación,
la municipalidad de San Isidro en Lima, nos acaba de dar una excelente lección.
En sesión de concejo se acordó
programar una campaña denominada “La calle no es cochera” con carácter de
imperativa.
Comprendió
la prohibición de parquear en zonas rígidas, áreas reservadas para
discapacitados, sobre las veredas y bloquear las rampas de seguridad, como las
faltas más comunes.
Los resultados fueron
halagadores. En los primeros
cuarentaicinco días se multó a más de diez mil
conductores de transporte público y privado por infringir la norma.
Las sanciones, que bordean los 308
soles en promedio, fueron aplicadas mediante el sistema de fotopapeletas y
papeletas físicas.
Para ello contaron con el apoyo conjunto de los inspectores
municipales, la policía y el Servicio de Administración Tributaria (SAT) de
Lima.
La labor edilicia capitalina no ha
concluido. El lunes pasado se inició la
segunda etapa del operativo. Esta vez, mucho más agresivo. Hasta despejar por
completo las vías.
El concejo distrital de San Isidro
nos brinda el más claro ejemplo de lo que se puede hacer para mejorar el
tránsito vehicular en el corazón de nuestra ciudad.
Si el municipio local sufre por carecer
de dinero para concretar proyectos de envergadura tiene allí, entre otras, una
fuente financiera de primer orden.
Mucho más, si aspira a que la Unesco
considere el centro histórico de Trujillo como Patrimonio Mundial de la
Humanidad.
De paso, multen a los choferes que,
sin razón alguna, no cesan de sonar sus bocinas y a los que usan sirenas e
innecesarios elementos sonoros contaminantes nocivos para la salud.
Luego amplíen la campaña a las
urbanizaciones donde los conductores abusan estacionándose en el lugar que se
les antoja en un evidente atentado contra la seguridad de los peatones
Señores regidores. Incluyan este
tema de interés público en la agenda de la próxima sesión de concejo y denle el
visto bueno sin mayor objeción.
Los trujillanos se lo agradeceremos
de verdad…
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