Cardoza se anticipa a Gallese y anota el primero...
Tras un indeciso inicio de las
acciones, la Universidad César Vallejo se impuso al Juan Aurich por dos a cero.
Los norteños vinieron a Trujillo
para hacer lo suyo. Y lo consiguieron hasta pasados los veinticinco de la
primera etapa.
Quedó demostrado en las jugadas de gran
peligro que neutralizó Libman, con gran esfuerzo, a su ex compañero Tejada.
Hasta ese momento, la oncena local
no se asentaba en el gramado del Mansiche. Traslucía imprecisiones.
Cada centro desde las bandas al área
adversaria era anticipado por la zaga del “Ciclón” y Chávez estaba expuesto una
férrea marcación.
Pero llegó la jugada pre fabricada.
Tiro libre de Cruzado a la zona de candela y, cuando no, Cardoza que se
adelanta a todos y la clava de cabeza.
Acicateada en los camerinos, la visita sale por lo primero
que necesita, el empate y, si se puede, más. Para lograrlo, adelanta sus
líneas.
Navarro lo nota y busca aprovechar
los vacíos posteriores. Chiroque por Quinteros, es el cambio para abrir la
brecha en la franja izquierda.
La oxigenación se siente al instante.
Mucho más con los recambios de Fernández por Montes, cansado y Morales por
Cruzado, algo lesionado.
Falta poco y hay un penal por mano
de Riojas. Lo hace afectivo Tejada y Salomón la desvía con el brazo por encima
del travesaño. Eso, te impulsa. Te da coraje. No quieres perder. Y luchas por
ello.
Al otro lado, se cobra otra pena
máxima por hand de Delgado. Los nervios
traicionan a Millán y la estrella contra el parante derecho.
Chávez ya elevó la redonda. Gallese corre, pero no la alcanzará. Fue el definitivo...
Ya en los descuentos, Fernández, en
excelente servicio de cabeza, se la pone
a Chávez quien, de sombrero, “corona” a Gallese, arquero de la selección.
Vale destacar el constante aliento
de la fanaticada naranja que debe crecer en potencia y número en las próximas
jornadas de local.
Vimos bien a Vallejo por ratos.
Requiere soltarse más y tener la convicción que las victorias son posibles.
Pero, hay que pensar y romperse.
Deben ir en busca de la herida
Universidad San Martín en Lima. La idea es llenarse de confianza y saber que,
de verdad, pueden seguir escalando…
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