El presupùesto en publicidad del Estado aumentó en ciento veinte por ciento en los últimos tres años...
La noticia fue publicada hace más de
una semana. Pero el exabrupto del ministro de Economía de duplicar el sueldo a
los ministros, la aplastó.
No hubo espacio para que todos la
conocieran. Mucho menos para emitir comentario alguno. Aquí se lo brindamos.
El congresista pepecista Juan Carlos
Eguren denunció que el año pasado el gobierno gastó cuatrocientos sesentaisiete
millones de soles en publicidad e imagen institucional.
Una cantidad astronómica. Sobre todo
si se considera que la misión de esa entidad es elaborar boletines, videos y
spots de algunas obras importantes.
Las
carteras que ocupan los primeros lugares en gastos de publicidad, de acuerdo al
informe de Eguren, son Educación, Salud, Comercio Exterior y
Turismo, Desarrollo e Inclusión Social y Economía.
Allí no queda todo, el parlamentario
reveló que en los últimos tres años el incremento en el mismo rubro fue elevado
en ciento veinte por ciento.
Según
el congresista, los gastos del estado no son ilegales ni malos, pero los
desembolsos son desmedidos, tienen afán propagandístico y carecen de adecuada
información a la ciudadanía.
“Cuando
la publicidad estatal rebasa la prudencia y va más allá de los límites
permisibles, causa perjuicios al erario nacional y constituye una afrenta al
principio de moralidad”, sostuvo.
Esta revelación es muy seria y exige
una explicación del primer ministro y del mismo presidente.
Aunque hay que resaltar que, en las
últimas semanas, el primer mandatario se ha dedicado a visitar otros países
acompañado de su esposa. Ahora está en el Medio Oriente.
Él opina y sugiere recomendaciones a
otras naciones que padecen conflictos internos, pero es incapaz de pronunciarse
sobre los problemas nacionales y darles solución escuchando al pueblo.
Como es el caso del escandaloso incremento
a los ministros y los altos funcionarios del Estado, respecto a lo que no ha
manifestado su parecer.
Por terceras personas se tiene
conocimiento que ha manifestado que no recibirá los cuarentaidós mil soles
mensuales presupuestados al sillón presidencial.
La pregunta de cajón es. ¿Hasta
cuándo durará esa negativa…?
Lo evidente es que si todo queda
como hasta ahora, cuando en el 2016 abandone el poder, se llevará consigo una
millonada.
Conste
que esta abusiva determinación es rechazada por el ochentaicuatro por ciento de
la población, según el más reciente sondeo de Datum.
Esa
es la realidad del Perú. Lo expresado, no es cuento…
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