Las combis son parte del problema del transporte público en Trujillo...
Los descarnados datos de un informe acaban de revelar algo que todos los trujillanos conocen y experimentan a diario: el caos y obsolescencia del transporte público de pasajeros.
La plaza de Armas, las casonas coloniales, los monumentos arqueológicos, los platos típicos, todo es motivo de atracción.
Sin embargo, la antigüedad y el desorden del tránsito vehicular es la faceta negativa de la ciudad.
Es posible que las unidades de transporte de pasajeros sean las más obsoletas del país. Con todos los problemas que ello representa.
Asientos en malas condiciones, lunas rotas, fierros oxidados, desaseo por doquier, cajas y bultos en los lugares de acceso y otras deficiencias.
A ello se añade el ensordecedor ruido de sus bocinas, cornetas y parlantes que se combina con los gritos y silbidos del cobrador anunciando el recorrido, llamando pasajeros o golpeando las latas laterales.
Las combis, aparte de haber colocado falsos taburetes a espaldas de la primera fila, sobrepasan su capacidad real.
Ante esa necia y peligrosa actitud, los choferes obligan a las personas que van de pie en el pasadizo a reclinarse para burlar la vigilancia policial.
Además, es increíble la forma como se pone en riesgo la vida de la gente cuando se han retrasado y deben marcar la tarjeta de control, pues corren a gran velocidad y hasta dejan abandonados a los que desean subir
El problema se presenta en Trujillo desde hace muchos años y cobra actualidad debido a la desacertada intención gremial de aumentar el valor de los pasajes.
En toda transacción comercial se paga por la calidad del servicio recibido y los ciudadanos encuestados manifiestan que, en estas condiciones, el alza es un absurdo.
Peor si se ha comprobado que circulan vehículos con más de medio siglo de antigüedad.
Ante esta situación, los asiduos usuarios del transporte público exigen que los propietarios renueven sus unidades y mejoren la atención.
Ponen como ejemplo los modernos ómnibus adquiridos por la línea que conduce al balneario de Huanchaco.
Son unidades grandes y espaciosas en las que se paga al piloto, quien entrega un boleto al subir por la puerta delantera y se baja por la posterior oprimiendo el timbre una cuadra antes.
Las demás rutas podrían adoptar el mismo sistema y desaparecer de circulación los carros viejos que, además de ser deficientes y contaminantes, dan una pésima imagen de la ciudad…
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