Una niña observa las piedras que crecen de Costesti... (Environmental)
¿Quién no conoce las piedras…? Las encontramos en todas partes que ni siquiera nos llaman la atención.
Por el proverbio “La gota orada la piedra”, sabemos que, tal vez, puedan reducir su tamaño pero, de ninguna manera, agrandarse.
A partir de hoy debe cambiar ese criterio, pues en la ciudad de Costesti, ubicada en la región de Valcea, Rumania, existen piedras que incrementan su tamaño.
En ese lugar están las Trovants o “piedras que crecen”, según difunde el blog Environmental Graffiti.
El engrandecimiento se produce cuando llueve debido a que aparecen diversas protuberancias sobre la superficie de las rocas.
El fenómeno se aprecia simple vista y hasta da la impresión de ser seres vivos, sorprendiendo a las personas que observan por primera vez.
Los cambios en la estructura de los pedruscos obedecen a las características morfológicas especiales que poseen.
Resulta que están formados por arena sedimentada que ha acumulado carbonatos en exceso y que al llover presionan las capas inferiores de sedimento y lo hacen aflorar hacia el exterior, generando protuberancias.
Esta curiosidad de la naturaleza ha permitido declarar a los Trovants como Monumento de la Humanidad por la UNESCO.
Los lugareños tampoco se han quedado atrás y crearon el Museo Trovant (Muzeul Trovantilor) en Costesti que exhibe las más originales muestras de este tipo de piedras.
Toda una rareza geológica que valdría la pena admirar en forma directa...
¿Quién no conoce las piedras…? Las encontramos en todas partes que ni siquiera nos llaman la atención.
Por el proverbio “La gota orada la piedra”, sabemos que, tal vez, puedan reducir su tamaño pero, de ninguna manera, agrandarse.
A partir de hoy debe cambiar ese criterio, pues en la ciudad de Costesti, ubicada en la región de Valcea, Rumania, existen piedras que incrementan su tamaño.
En ese lugar están las Trovants o “piedras que crecen”, según difunde el blog Environmental Graffiti.
El engrandecimiento se produce cuando llueve debido a que aparecen diversas protuberancias sobre la superficie de las rocas.
El fenómeno se aprecia simple vista y hasta da la impresión de ser seres vivos, sorprendiendo a las personas que observan por primera vez.
Los cambios en la estructura de los pedruscos obedecen a las características morfológicas especiales que poseen.
Resulta que están formados por arena sedimentada que ha acumulado carbonatos en exceso y que al llover presionan las capas inferiores de sedimento y lo hacen aflorar hacia el exterior, generando protuberancias.
Esta curiosidad de la naturaleza ha permitido declarar a los Trovants como Monumento de la Humanidad por la UNESCO.
Los lugareños tampoco se han quedado atrás y crearon el Museo Trovant (Muzeul Trovantilor) en Costesti que exhibe las más originales muestras de este tipo de piedras.
Toda una rareza geológica que valdría la pena admirar en forma directa...
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