Escaparate del Salón Internacional del Comic de Barcelona. El público se detiene ante dos muñequitas del manga japonés...(Fernández)
Las costumbres e inclinaciones cambian con el tiempo. Por ejemplo, las revistas, cómicos o chistes ilustrados, han desaparecido hace varias décadas.
¿Recuerdan al Pato Donald, El Pájaro Loco, Super Ratón, El Gato Félix, La pequeña Lulú, Gasparín y últimamente Condorito que nos hicieron reír en los instantes de descanso…?
O tal vez a El Halcón Negro (con el chinito Chop Chop), Superman, Ironman, Roy Rogers, El Llanero Solitario (con su caballo Silver) y las que sólo contaban las victorias del los aliados en la Segunda Guerra Mundial como las inolvidables ¡Ataque! y Frentes de Guerra.
Muchas de ellas se editaban en Estados Unidos y eran traducidas al español en México. Lo cierto es que llegaban al Perú cada semana o quince días y tenían una enorme preferencia.
La iglesia católica limeña no quedó al margen de este descomunal movimiento editorial y publicaba su revista Avanzada y El Trome, muchos de cuyos dibujos pertenecían los artistas nacionales Juan y Rubén Osorio.
Sus historias llenaron nuestra mente infantil de mil ilusiones. De todo eso hoy no queda nada.
En otros países aún existen revistas, como ocurre en Japón donde la circulación de los manga, como se les denomina allá, rompe cada semana todos los records.
Son verdaderas colecciones de hasta trescientas setenta páginas que se venden por volúmenes o tomos y se agotan en apenas unas horas.
La predilección por el manga es tal, que muchos de sus relatos han sido llevados al cine y sus protagonistas se venden en bulto como muñequitos o juguetes de todos los tamaños para su colección.
Esta remembranza es a propósito del Salón Internacional del Comic de Barcelona, España, inaugurado el jueves, que exhibe las publicaciones más exitosas del ramo.
La muestra cuenta con pabellones de exposiciones que proponen un recorrido a lo largo de más de cien años.
Quienes asisten a la feria tienen opción para asistir a conferencias y talleres para aprender a dibujar los comics.
En nuestro medio no existen. Lo lamentamos, pues los niños y jóvenes tendrían en ellos un medio fácil para consolidar su educación y divertirse…
Las costumbres e inclinaciones cambian con el tiempo. Por ejemplo, las revistas, cómicos o chistes ilustrados, han desaparecido hace varias décadas.
¿Recuerdan al Pato Donald, El Pájaro Loco, Super Ratón, El Gato Félix, La pequeña Lulú, Gasparín y últimamente Condorito que nos hicieron reír en los instantes de descanso…?
O tal vez a El Halcón Negro (con el chinito Chop Chop), Superman, Ironman, Roy Rogers, El Llanero Solitario (con su caballo Silver) y las que sólo contaban las victorias del los aliados en la Segunda Guerra Mundial como las inolvidables ¡Ataque! y Frentes de Guerra.
Muchas de ellas se editaban en Estados Unidos y eran traducidas al español en México. Lo cierto es que llegaban al Perú cada semana o quince días y tenían una enorme preferencia.
La iglesia católica limeña no quedó al margen de este descomunal movimiento editorial y publicaba su revista Avanzada y El Trome, muchos de cuyos dibujos pertenecían los artistas nacionales Juan y Rubén Osorio.
Sus historias llenaron nuestra mente infantil de mil ilusiones. De todo eso hoy no queda nada.
En otros países aún existen revistas, como ocurre en Japón donde la circulación de los manga, como se les denomina allá, rompe cada semana todos los records.
Son verdaderas colecciones de hasta trescientas setenta páginas que se venden por volúmenes o tomos y se agotan en apenas unas horas.
La predilección por el manga es tal, que muchos de sus relatos han sido llevados al cine y sus protagonistas se venden en bulto como muñequitos o juguetes de todos los tamaños para su colección.
Esta remembranza es a propósito del Salón Internacional del Comic de Barcelona, España, inaugurado el jueves, que exhibe las publicaciones más exitosas del ramo.
La muestra cuenta con pabellones de exposiciones que proponen un recorrido a lo largo de más de cien años.
Quienes asisten a la feria tienen opción para asistir a conferencias y talleres para aprender a dibujar los comics.
En nuestro medio no existen. Lo lamentamos, pues los niños y jóvenes tendrían en ellos un medio fácil para consolidar su educación y divertirse…
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