Dos reos dialogan amablemente con una guardiana en un penal del Reino Unido...(Daily Mail)
Lo que son las cosas. Mientras en Perú, como en la mayoría de países tercermundistas, los reos se hacinan en los penales, en el Reino Unido se sienten “como en su casa”.
Se trata de la cárcel del condado de Yorkshire donde los internos purgan sus penas en amplias habitaciones perfectamente amuebladas, incluso con roperos.
Gozan de televisión por cable, teléfono celular, desayunan en la cama y hasta pueden contratar los servicios sexuales de mujeres.
La convivencia dentro de los centros penitenciarios es tan cómoda que los presos ni siquiera piensan escaparse.
Glyn Travis, miembro de la Prison Officers Association reveló todos estos impresionantes detalles en una reciente entrevista a la BBC de Londres.
Según su manera de pensar, “algo está fallando” cuando los reclusos se encuentran tan felices de vivir en las cárceles del país.
Son los contrastes que, con frecuencia, constatamos entre las naciones más desarrolladas y las del tercer mundo.
No existe ningún punto de comparación. Sobre todo en el ámbito penitenciario, teniendo en cuenta las referencias vertidas.
Una muestra más de las enormes distancias que nos separan de manera irremediable.
Sin embargo, esa es nuestra realidad y hay que afrontarla…
Lo que son las cosas. Mientras en Perú, como en la mayoría de países tercermundistas, los reos se hacinan en los penales, en el Reino Unido se sienten “como en su casa”.
Se trata de la cárcel del condado de Yorkshire donde los internos purgan sus penas en amplias habitaciones perfectamente amuebladas, incluso con roperos.
Gozan de televisión por cable, teléfono celular, desayunan en la cama y hasta pueden contratar los servicios sexuales de mujeres.
La convivencia dentro de los centros penitenciarios es tan cómoda que los presos ni siquiera piensan escaparse.
Glyn Travis, miembro de la Prison Officers Association reveló todos estos impresionantes detalles en una reciente entrevista a la BBC de Londres.
Según su manera de pensar, “algo está fallando” cuando los reclusos se encuentran tan felices de vivir en las cárceles del país.
Son los contrastes que, con frecuencia, constatamos entre las naciones más desarrolladas y las del tercer mundo.
No existe ningún punto de comparación. Sobre todo en el ámbito penitenciario, teniendo en cuenta las referencias vertidas.
Una muestra más de las enormes distancias que nos separan de manera irremediable.
Sin embargo, esa es nuestra realidad y hay que afrontarla…
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