Un problema para los clientes ocurre cuando los artículos no exhiben su precio en los centros comerciales de Trujillo...
¿Cuál es su reacción cuando usted ingresa a una de las tiendas de Trujillo y nota que los artículos no exhiben precios…?
Se detiene frente a un escaparate. Algo le agrada y presta atención, pero no puede decidirse, pues carece de la etiqueta que indique su costo.
Voltea la mirada. Observa alrededor y ve a una joven que está unos metros más allá atendiendo a otros clientes.
Camina unos pasos, le gusta el par de zapatillas, una camisa, una blusa, unos pantalones o lo que sea. Pero, igual, no exponen su valor. Ni hay a quien preguntar.
Contrariado, se toma la cabeza. Da media vuelta y termina retirándose. El establecimiento perdió un comprador en potencia.
Llega a otro centro comercial y la escena se repite de manera idéntica.
Eso no es todo. Otro día va a cualquier mercado de la ciudad y sucede lo mismo. Las frutas, verduras y todos los productos no muestran el valor a la vista del público.
Entonces, debe esperar que la •”casera” termine de atender a otra persona para ser escuchado y recién pueda ver si le conviene o no comprar.
Más del ochenta por ciento de las tiendas de la ciudad desarrollan sus actividades comerciales con esta notoria deficiencia.
¿Y las buenas prácticas de respeto y valoración al consumidor que establece el promocionado marketing…?
¿Qué función desempeña el órgano estatal respectivo sobre este asunto vital en defensa y protección del consumidor…?
Los mismos propietarios deberían de preocuparse por brindar estas facilidades que dan confianza al público. Es su obligación.
Así se verán menos compradores temerosos o vacilantes. Tengan la seguridad que se incrementarán sus ventas.
Aunque las comparaciones son odiosas, tomen el ejemplo de los grandes malls que se esmeran por ofrecer los mínimos detalles a quienes los visitan.
Ahora que estamos en plena campaña navideña y se viene el Año Nuevo es la oportunidad para cambiar de actitud y dejar atrás comportamientos errados.
Al final, no olviden un sabio consejo: ¡Coloquen el precio a todo lo que vendan...!
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