viernes, 19 de octubre de 2012

¡LAS MENTIRAS QUE SE DICEN POR CELULAR…!

No ocurre siempre. Pero, en algunas ocasiones, el celular se presta para mentir...

Una verdad irrefutable es que el celular es el invento de mayor trascendencia de los últimos años.


Esa condición especial de poder llevarlo consigo a todas partes, le otorga una preeminencia singular.


Muy distinta al tradicional y, ya casi obsoleto, teléfono fijo que cuando se utiliza uno sabe con certeza el lugar donde se encuentra nuestro interlocutor.


Con el móvil ocurre lo contrario. Y permite a quien lo emplea, si se lo propone, mentir.


Para muestra, hacemos constar algunas conversaciones captadas al paso por las calles del centro cívico.


-- Si. Ya estoy en la puerta de su oficina, me encuentro esperando afuera…


Manifiesta, con admirable serenidad, una nerviosa joven, tal vez, a su jefe Aunque, en realidad, ella está caminando y no espera a nadie.


-- Hola. ¿Qué tal…? No, no, estoy en Chiclayo…


Y quien contesta se encuentra parado frente a la iglesia Santa Ana, ubicada en la segunda cuadra del jirón Orbegoso en Trujillo.


-- Ahorita voy. Ya estoy llegando…


Contesta un apresurado sujeto mientras se apresta a subir a una combi.


-- Si mami, después me llamas, porque ahora estoy en la universidad…


Responde, con sorprendente tranquilidad una chica mientras dialoga cariñosamente con un amigo en un café del jirón Pizarro.


-- Tú sabes que eres la única. Nunca salgo con nadie más. Siempre te lo he dicho y te lo he demostrado en varias oportunidades…


Habla con admirable seriedad un muchacho que lleva de la mano a una supuesta amiga.


Lo descrito es cierto. No ocurre siempre. Tampoco es para descorazonarse, ni desconfiar de todas las personas cuando le hablan por celular. Pero...

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