lunes, 2 de marzo de 2015

¡UNA LECCIÓN PARA LOS POLÍTICOS PERUANOS…!

José Mujica y el auto que rehusó vender por lealtad a sus amigos...

“¡Gracias Pepe…! ¡Gracias Pepe…! Gritaban enfervorizadas miles de personas reunidas ayer domingo en la Plaza de la Independencia, Montevideo, Uruguay.
            
Despedían entre hurras y aplausos a José Mujica quien, con el sesenta por ciento de aprobación, se despojaba de la banda presidencial para cedérsela a su sucesor Tabaré Vásquez.
             
El veterano ex mandatario acaparó durante mucho tiempo la atención de los medios en su país y mantuvo pendiente a la prensa internacional.
            
Según los analistas su gobierno estuvo cargado de controvertidas reformas, como la aprobación de la marihuana y ciertas deudas como en la educación.
             
Sin embargo, lo que quedó para la posteridad, a manera de lección para la gente, especialmente para los políticos, fueron algunas declaraciones que resonaron en todo el planeta.
            
Son sencillas expresiones dignas de resaltar debido a su relación con el común de las personas por poseer una profunda sabiduría.
             
Teniendo en cuenta su trascendencia y aporte en favor de la vida de los seres humanos en sociedad, consignamos algunas de ellas:

             
"No soy pobre, soy sobrio, liviano de equipaje, vivo con lo justo para que las cosas no me roben la libertad…".
            
"Somos medio atorrantes, no nos gusta tanto trabajar. (...) Nadie se muere por exceso de trabajo, pero Uruguay no es un país corrupto, somos un país decente…". (Para envidiarlos).
             
"¿Qué es lo que le llama la atención al mundo? ¿Qué vivo con poca cosa, una casa simple, que ando en un autito viejo, esas son las novedades? Entonces este mundo está loco, porque le sorprende lo normal…".

             
"Sí, yo estoy cansado, pero esto no se detiene hasta el día que me lleven en un cajón o cuando sea un viejo lelo…".
            
“Hay que correr de la política a la gente que le gusta la plata, porque son un “peligro…”.
            
Linda y explícita frase, dedicada de corazón, a los codiciosos  que solo aspiran a un cargo público para satisfacer su vehemente deseo de riqueza.
             
Una anécdota que constituye la fotografía exacta de José Mujica es la vinculada al antiguo Volkswagen del mandatario por el que un jeque árabe había ofrecido un millón de dólares.
             
Ante la apetitosa oferta, Pepe deslizó la posibilidad de desprenderse del vehículo para donar el dinero a una entidad benéfica.
             
Más tarde, expresó que no podría deshacerse de su auto porque "ofendería" a los amigos que se lo regalaron.
             
"Nunca podríamos venderlo, pues ofenderíamos a ese puñado de amigos que se juntó para darnos ese regalo…".
             
Mayor muestra de lealtad y nobleza, imposible. Como ven, hay mucho para aprender de estas palabras…

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