Martín Belaunde, al centro, es el hombre que sabe mucho más de lo que dice...
Sorprendió a la gran mayoría de
ciudadanos peruanos la sentencia de la justicia boliviana que lleva el caso de
Martín Belaunde Lossio.
El último fin de semana, el tribunal
del Altiplano anuló todas las resoluciones que había emitido la Comisión
Nacional del Refugiado.
Declaró procedente la acción de
amparo constitucional que presentó el acusado contra las resoluciones que le
negaron el refugio político que tanto reclamaba.
Teniendo en cuenta estas
consideraciones judiciales, el expediente del refugiado volvió a fojas cero.
Como se sabe, el ex asesor
presidencial es investigado por los presuntos delitos de asociación ilícita, peculado
de uso, La centralita y Antalsis.
Mientras tanto, en el Perú queda la
esperanza que la CONARE mantenga su posición inicial en el sentido que no
existen pruebas para señalar que se trata de un perseguido político.
Según los analistas nacionales,
continúa el proceso de extradición, incluso con la posibilidad que el
presidente de Bolivia pueda expulsarlo.
Al margen de estas
especulaciones de jurisprudencia
internacional, han quedado a la luz las últimas declaraciones dadas por
Belaunde en La Paz.
En una reciente entrevista
periodística, el prófugo se pronunció con palabras muy duras sobre el actual
gobierno manifestado que “es corrupto”.
Cuando se le hizo recordar que
afronta un cuaderno de extradición por lavado de activos, respondió:
“Si a mí me denuncian por esa razón
y me piden prisión preventiva. ¿Por qué no hacen lo mismo con la señora Heredia
y Toledo…?
“Por una investigación de lavado de
activos quieren meterme preso, que
también metan presos a Nadine y Toledo que están investigados por lo mismo…”, acotó.
Protegiéndose con uñas y dientes,
afirma que es inocente de las acusaciones en su contra, que defenderá su honor
y evitará que se manche su apellido.
Demostrando que posee dinero y
cuenta con excelente asesoría, señaló que ha presentado demandas a distintos
organismos internacionales.
La Corte Interamericana de Derechos
Humanos, Amnistía Internacional y Rights Watch son las entidades donde ha
solicitado auxilio.
Aún más, considerando que existe una
especie de linchamiento mediático contra su persona, presentará una denuncia ante
la Sociedad Interamericana de Prensa.
Su angustia, desesperación y
desfachatez llega a tal punto, que poco faltó para que acudiera ante los
tribunales de la ONU y la OEA.
Ojalá que algún día Belaunde sea
traído al Perú, sometido a la justicia y demuestre la inocencia que pregona a
los cuatro vientos.
De lo contrario, tendrá que pagar
sus culpas y comerse sus palabras.
También, para que revele, sin
reservas, todo lo que conoce. Porque, sin darse cuenta, se ha convertido en el
hombre que sabe mucho más de lo que dice….
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