El incendio de La Hermelinda dejó una lección para aprender...
Era una noche como cualquier otra en
el lúgubre y temible ambiente del mercado autogestionario La Hermelinda de
Trujillo.
(Denominación no muy atractiva. Si
quisieron ponerle nombre de mujer debieron escoger otro entre tantos bonitos que existen.
En fin. Fue su gusto).
Seguimos. De pronto, entre las
amontonadas mercaderías, las lenguas de fuego comenzaron a devorar todo lo que
encontraban a su paso.
Algunos perros lanzaban lastimeros aullidos,
mientras desesperados roedores huían de sus madrigueras buscando otro escondite
más seguro. Tal vez, en alguna vivienda cercana.
Gritos de alarma. Angustia y desolación
entre los comerciantes. Llegan los bomberos. Pero ya es tarde. Decenas de
puestos y productos quedan en escombros.
Al margen de las causas de siniestro
que ocasionó millones de soles en pérdidas y que son motivo de investigación,
caben las siguientes preguntas.
¿Por qué el fuego se propagó tan
rápido…? ¿Qué dificultades encontraron los bomberos para actuar con mayor
rapidez y eficiencia…?
Las respuestas caen por si solas.
Las llamas avanzaron porque encontraron material inflamable en las
inmediaciones.
Muchos de los puestos están
separados por cartones y palos. Tenían plásticos o calamina en el lado
superior, aparte de la basura acumulada por doquier.
Qué decir de las empíricas instalaciones
eléctricas clandestinas cuya regularización fue oportunamente recomendada por
Defensa Civil.
Algo más. ¿Alguna vez han visto
algún extinguidor en el lugar…?
Entre los obstáculos que encontraron
los hombres de rojo para cumplir con su labor está la falta de grifos de agua
para estas emergencias.
Otro elemento adverso fue la estrechez
de los pasadizos, ocupados en varios sectores por rumas de mercaderías.
La Hermelinda es el más grande
centro de abastos de la ciudad. Miles de personas acuden cada día a sus
instalaciones para adquirir productos de primera necesidad.
Sin embargo, carece de garantía en
cuanto al orden, higiene y seguridad para los compradores.
El luctuoso suceso del lunes es un
llamado de atención a los comerciantes para formalizarse según la
reglamentación vigente.
En la actividad comercial no todo es
ganancia. Hay que invertir para cumplir con las normas y ofrecer condiciones
óptimas a los clientes.
Ustedes lo saben. Hagan el esfuerzo.
No se arrepentirán…
No hay comentarios:
Publicar un comentario