domingo, 26 de octubre de 2008

¡CÁRCEL MODELO QUE PARECE UN HOTEL…!


Cuarto de baño y parte del equipo de aseo personal de un reo en la moderna cárcel de Lledoners, España... (Artur Zañón)

Es indudable que las soluciones de los países adelantados, son los problemas de los ubicados en el Tercer Mundo.

Mientras aquí las cárceles duplican y hasta triplican su capacidad allá, luego de abrirse, permanecen vacías durante mucho tiempo hasta completar el ingreso autorizado que nunca es sobrepasado.

El último fin de semana se inauguró el centro penitenciario Lledoners, en Barcelona, España, considerado como referente a nivel europeo.

Tiene capacidad para setecientos cincuenta reclusos, lo que equivale a la mitad de los lugares de reclusión común. Está distribuido en celdas, con dos literas, en pabellones de dos pisos.

Para garantizar la seguridad plena, es obligatoria la impresión de las huellas digitales del interno al ingresar y salir del penal, aparte del sistema de alarma que existe por doquier.

Las habitaciones tienen sus respectivos cuartos de baño, estantes, cortinas y mucha iluminación, ya que las ventanas dan al patio donde hay una cancha de fulbito.

En cuanto a lo personal, cada semana los reos reciben un equipo completo de aseo consistente en pasta y escobilla de dientes, hisopos, máquina de afeitar, papel higiénico, toallas y hasta pañuelos de papel.

El penal posee un comedor, sala de estar, gimnasio, pista polideportiva y área educativa para la formación educacional de los reclusos en aulas y talleres.

Todo ello se complementa con un consultorio médico para atención primaria y especializada en casos de tuberculosis, sida y protocolo de suicidios.

La limpieza y el confort son el fundamento de la política penitenciaria que busca la efectiva reinserción y rehabilitación de los internos.

El principio gira en torno a la defensa del ser humano evitando, por todos los medios posibles, que se degrade y corrompa.

La puesta en marcha del nuevo centro penitenciario de Lledonars ha despertado diversas opiniones en las más distintas esferas.

Unos sostienen que las comodidades para los presos son tantas que bien podrían semejar a las que posee un hotel.

Otros, opinan que no son necesarios tantos beneficios a quienes han atentado contra las leyes que la vida en sociedad impone.

No faltan lo que están de acuerdo con el trato adecuado brindado a los delincuentes, siempre que haya un verdadero propósito de rectificar y enmendar su vida.

Es indudable que se trata de un mundo distinto al nuestro en que, el incremento incontrolado de la población, no marcha de acuerdo a la existencia de centros de trabajo.

Eso origina un porcentaje de gente volante, desocupada, muchos de cuyos miembros terminan delinquiendo.

Ante esa situación, un proyecto como el que referimos resulta una verdadera utopía…

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