lunes, 17 de agosto de 2015

¿POR QUÉ SE INICIÓ CON SUPLENTES…?

Tiro libre para Melgar. La defensa se abre y llega el primero...
            
Nunca como hoy se puede culpar de la derrota a una pésima alineación de la Universidad César Vallejo.
             
Teniendo el once titular completo, el entrenador prefirió arrancar con tres suplentes en el compromiso que perdió ayer por dos a cero con Melgar.
            
Sorprendió la ausencia de  Cruzado, Millán y Quinteros, piezas indiscutibles en el plantel trujillano, que miraban desde el banco.
             
Navarro, por razones que solo él conoce, prefirió a Cedrón, Benítez y Diez en su lugar quienes, aunque se esforzaron, no alcanzan el nivel de los titulares.
             
Basta recordar el horrible tiro libre desperdiciado en el primer tiempo por “hijo pródigo”.
             
En un torneo deportivo, la meta es conseguir el mayor puntaje y los “poetas” los necesitan con urgencia para disputar la liguilla final.
             
Y en Arequipa era la oportunidad propicia ante una escuadra desmoralizada por la humillante y vergonzosa goleada que le aplicó el Junior en Barranquilla a mitad de la semana pasada.
             
Recordemos que la pésima actuación mistiana permitió a los colombianos asegurar su pase a la siguiente ronda y alcanzar un record.
             
Ningún equipo cafetero había vencido por cinco a cero a nadie en la Copa Sudamericana, pues bien, Melgar les facilitó la hazaña.
             
Con ese fresco y triste antecedente, la UCV viajó a la Ciudad Blanca y, en lugar de entrar al campo a imponerse y arrasar, pone a tres suplentes.
            
Se desaprovechó el disminuido estado emocional de los jugadores traducido en las tribunas vacías y, cuando quiso reaccionar, ya era tarde.
            
Aparte que, al jugar juntos Chávez y Fernández, se prioriza a éste como centro delantero que es donde mejor se desenvuelve el goleador histórico de los naranjas.
            
Con todas esas ventajas, tentar una victoria o siquiera el empate, resulta complicado. 

Como siempre, esperamos que se aprenda la lección y no se vuelva a experimentar con un once que tiene mucho más que ofrecer.
             
Mientras, nos frotamos la cabeza una y otra vez con la pregunta: ¿Por qué se inició el duelo con suplentes…?

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