Al minuto, Quinteros anotó el primero frente al Aurich...
Costa Rica, con un Campbell
excepcional, ponía de rodillas a Uruguay, pero hubo que dejar el Mundial por un
rato para asistir al Mansiche.
Es que la Universidad César Vallejo
jugaba el Clásico del Norte ante el Juan Aurich en la segunda fecha del torneo
Apertura.
Y valió la pena. Porque no
terminábamos de acomodarnos en la tribuna de prensa cuando Quinteros sorprendía con su gol tempranero, de
camarín.
Pelota a la izquierda, corre el
moreno volante goleador, se adelanta al portero Rivadeneyra y la clava sin
miramientos.
La anotación dio la tranquilidad
necesaria para conducir el balón con más aplomo, aunque pensando en el segundo
para asegurar el marcador.
Al persistir en el ataque, era
previsible que llegara la siguiente alegría.
Con certero cabezazo, Millán selló el triunfo...
Esta vez, la bola fue lanzada desde
la derecha al centro del área. Millán, que ha mejorado en las últimas jornadas,
se eleva y la introduce en la parte alta.
Con el dos a cero a favor, termina
la fase inicial.
Ya en el complemento, los “poetas”
continúan desenvolviéndose a gusto, aunque aflojan el ataque y la marca lo que
reanimó, por momentos, a la visita.
Al promediar la etapa, Navarro realiza
los tres cambios que facultan las bases y mantiene el esquema. Las cifras no se
alteran.
Sin embargo, al disminuir la presión
norteña y no verse exigido, Vallejo bajó las revoluciones y prefiere rotar el
esférico.
Nuestra apreciación está dirigida a
esa actitud de cierta pasividad considerando que la victoria era local. No hay
que detenerse.
En el deporte, en especial el
fútbol, el conformismo es enemigo acérrimo de los equipos y el propio
espectáculo. ¿Por qué no ir por más…?
Si un cuadro está en el camino
correcto, lo aconsejable es seguir atacando, buscar convertir. Y, si se puede,
golear mejor. Todos ganamos.
Miren lo que hizo Holanda con
España. Iba perdiendo. Empató. Se adelantó dos a uno, siguió en la lucha. Anotó
cinco y se metió al aficionado y la crítica en el bolsillo.
Muchachos de la UCV. El fútbol es
goles y “los goles son amores”. El triunfo del sábado estuvo bien. Pero, otra
vez, no perdonen…
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