jueves, 13 de febrero de 2014

¡AUMENTO SE MANTIENE, MIENTRAS COLEGIOS SE CAEN…!



La escena lo dice todo. Pero, en el Perú, más vale el aumento a los ministros...
         
Lo que son las cosas en el Perú. Mientras los ministros defienden su aumento hasta con los dientes, los locales de muchos centros educativos, adolecen de serias deficiencias.
             
En la cita que tuvo el ministro de Economía en el congreso, ratificó el dispositivo que duplica el sueldo de los jefes de cartera y altos funcionarios.
             
La norma, calificada de discriminatoria e impopular,  ha  generado la oposición de la colectividad en pleno.
             
El manifiesto reclamo ciudadano no se ha limitado a las palabras. No. El pueblo ha salido a las calles a expresar su rechazo ante la indignante medida.
            
No obstante, los propulsores  se mantienen en su posición  apoyándose en una sorpresiva reforma del estado basada en la meritocracia.
             
Como es lógico, la ciudadanía manifiesta que se debió partir de los sectores más necesitados y nunca de los que más ganan.
             
Sobre todo si los actuales ministros y quienes les siguen en los cargos, no son producto de rigurosa evaluación alguna.       
             
Tal es el caso de la cartera del Interior que, a pesar del peligroso avance de la violencia en todo el país, no se le escucha. Ni actúa.
             
Como tampoco se le escucha al presidente, ni a su esposa, quienes siempre salen para pronunciarse sobre cualquier situación. Pero, nada sobre la actual problemática.
             
Y, mientras los beneficiados con el apetitoso incremento en sus remuneraciones sonríen a carcajada batiente, muchos centros educativos del Perú exhiben sus locales en pésimas condiciones.
             
¿Y el ministro de Educación…? En su escritorio. Esperando el fin de mes con las manos abiertas para llenarse los bolsillos.
            
Imágenes divulgadas por la televisión capitalina revelan el calamitoso estado de numerosos colegios y escuelas.
             
Ocurre lo mismo en Trujillo y peor aún en el interior de la región. El panorama se repite en idéntica forma en distintas partes del territorio nacional.
             
Ante esta cruda y patética realidad. ¿Por qué no se emplea el dinero que se quiere aumentar a los ministros y sus sucesores en mejorar las condiciones de los planteles…?
             
Tengan la seguridad que nadie. Absolutamente nadie, se opondrá,
            
Los niños y jóvenes serán los más agradecidos y el pueblo les reconocerá el esfuerzo.
             
Pero no es así.  Encima de todos esos buenos propósitos, está una equivocada disposición y la desmedida ambición de ganar más dinero…          

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