lunes, 19 de septiembre de 2011

¡EL HISTÓRICO CHEQUE DE VÍCTOR RAÚL…!

Este es el cheque por un sol que ganaba cada mes Haya de La Torre como presidente de la Asamblea Constituyente...


En el mundo materialista que vivimos, en que todas las cosas tienen su valor o muchas personas actúan por interés, resalta en forma nítida la actitud de un líder político peruano que difícilmente podrá ser igualada.

El suceso fue protagonizado por el fundador y jefe máximo del partido aprista, Víctor Raúl Haya de La Torre

Ocurrió en el año 1978, cuando fue elegido para presidir la Asamblea Nacional Constituyente que debería estructurar un nuevo cuerpo de leyes en el país.

Cuando llegó el momento de entregar la correspondiente mensualidad a los asambleístas, él se negó a recibirla aduciendo que trabajaba por el pueblo

No obstante, se le informó que, de acuerdo a ley, debía dejarse una constancia de pago a lo que Haya sugirió, de manera personal, que se le entregue simbólicamente la cantidad de un sol, equivalente aproximadamente a cuarenta centavos de dólar.

Si, así como usted amigo lector lo lee. Un sol, que apenas sirve para comprar unos cuantos panes.

Víctor Raúl no era un hombre favorecido económicamente. Sin embargo, pesó mucho más su dignidad y vocación de servicio, en el auténtico sentido de la palabra, para aceptar ese “sueldo”.

La evidencia de lo expresado quedó perennizada en el cheque del Banco de la Nación Nº 8447001, con fecha 27 de setiembre de 1978, que registra la ínfima cantidad que aceptó recibir.

Antes de él, en su época y en la actualidad, con respetables excepciones, existen quienes postulan a la representación nacional con otros propósitos.

Por esa razón, siempre será oportuno rescatar comportamientos de esta naturaleza que sirven para marcar un hito en el devenir político del Perú.

Víctor Raúl se preocupó por reivindicar a los trabajadores y los grupos marginados, fatalmente las propuestas que planteó, no contaron con el apoyo de sus propios seguidores.

No obstante, con el famoso cheque de un sol, exteriorizó su corazón magnánimo, de auténtico amor por el Perú y su gente. Apartada del menor signo de mezquindad o ambición.

¡Qué distinto de varios representantes de la actualidad que se respaldan en las leyes dadas por sus antecesores para aprovechar hasta el último centavo de las arcas del Estado que, al final, provienen del aporte ciudadano…!

Haya de La Torre marcó un récord que constituye un verdadero reto para los políticos de hoy y del futuro.

Al mismo tiempo, grabó con letras de molde un ejemplo de absoluto desprendimiento…




























1 comentario:

Juan Pablo Sanchez dijo...

Aquellos tiempos, que como van pasando los años, seguro no regresarán ni por asomo, se necesita un Haya de la Torre para que de cátedra a estos pseudo-politiqueros de lo que es Servir al Pueblo, y no que éstos se sirvan de él..