lunes, 2 de agosto de 2010

¡CON CORAJE Y ESPERANZA, NUNCA SERÁ TARDE...!


El jefe de la Diterpol y el alcalde provincial sonríen, el día de la entrega de los equipos de cómputo del municipio a la policía...



Uno de los aspectos más comentados del último mensaje a la nación del Presidente, con motivo de Fiestas Patrias, fue el relacionado con la seguridad ciudadana.


Según los analistas, dedicar apenas noventa segundos para tratar un punto de tanta importancia para el país, fue un grave error.


Mucho más, si el mandatario no dio a conocer una estrategia conjunta, ni una real política de estado para solucionar la situación que nos aqueja.


Pero, si hay algo relevante que destacar de su intervención, fue el llamado a la atención por la falta de coordinación entre la Policía Nacional, con los municipios y las instituciones vecinales.


Incluso, identificó los "celos, emulaciones y envidias" como las causas de la deficiente relación entre estos ejes vertebrales de la sociedad.


No habían transcurrido ni setenta y dos horas del discurso presidencial, cuando en forma por demás inesperada, se anuncia el cambio del jefe de la III Diterpol, con sede en Trujillo.


El relevo carecería de significación, si no fuera por que se trata de quien, en menos de siete meses, laboró con decisión para combatir el delito en nuestro medio.


Y, posiblemente, que sea quien más concertaciones realizó con los municipios y las juntas vecinales. Justo aquello que invocó el Presidente.


Basta mencionar el programa piloto Alave, iniciado en un distrito, a base del empleo de alarmas con clave, accionadas por los ciudadanos y conectadas con los puestos policiales más cercanos.


Hace poco, en imponente ceremonia, el mismo jefe de la Policía Nacional recibió del alcalde provincial una donación de cien computadoras para hacer más eficiente el trabajo logístico de seguridad ciudadana.


Aparte de la detención exitosa de varias bandas delincuenciales, luego de pacientes investigaciones. Lo que le valió ganarse el aprecio de las autoridades y la población.


Todo eso motiva a un sector de la colectividad a pensar que la remoción obedezca a razones estrictamente políticas.


Un duro golpe que nos tomó de sorpresa a los trujillanos.

""Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza..." (Alfred Tennyson)

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