Daniel Figallo y Yeni Vilcatoma. ¿Hubo violencia contra la mujer en el trato con ella...?
El feriado largo tuvo esta vez un
ingrediente político especial. El caso de la procuradora adjunta anticorrupción
Yeni Vilcatoma.
Ella tenía a su cargo las
investigaciones sobre La Centralita y la
recientemente cuestionada empresa Antalsis.
La magistrada denunció al ministro
de Justicia, Daniel Figallo, de presunta injerencia al buscar una salida legal
para beneficiar al prófugo Martín Belaunde Lossio, ex amigo de la pareja
presidencial.
Para el efecto dio a conocer a los
medios de comunicación el audio del diálogo donde el jefe de portafolio desliza
la colaboración eficaz como una forma de favorecer al acusado.
Vilcatoma contestó que tal
procedimiento no es aplicable a los cabecillas y que tal condición la
determinan los hechos antes que el fiscal o el mismo juez.
Más tarde, envió una carta al presidente
Ollanta Humala informándole todos los detalles de ese suceso.
Pasado el mediodía del último
sábado, cuando la defensora del Estado se disponía entrar a su oficina del
ministerio de Justicia en Miraflores, se le impidió ingresar.
Agentes de seguridad le indicaron
que su nombre no figuraba en la lista .de funcionarios. La presencia de
periodistas les hizo cambiar de opinión.
Así se ponía de manifiesto la
primera muestra de hostilidad contra una mujer profesional.
Lo peor vendría al día siguiente por
la noche, en momentos que Figalo fue entrevistado en un programa televisivo.
Mostrando un carácter irascible y
despojándose de toda responsabilidad en torno al tema, arremetió contra
Vilcatoma.
No solo eso. En un momento crucial
anunció: “No puede continuar (trabajando
en la Procuraduría), ha roto mi confianza…”
Con esas palabras, públicamente, sin
considerar su condición de mujer, la despojó del cargo. Algo que no se hace ni
con el más cruel de los criminales.
Un día antes, la mayoría de ministros
dieron su respaldo a su colega de Justicia. Ayer Humala, quien nunca contestó
la carta, antes de viajar, también le expresó su apoyo.
Su esposa Nadine Heredia en su
cuenta de Twitter, escribió: “no se puede
creer en quien graba y divulga conversaciones de trabajo, poniendo así en
riesgo una investigación tan importante”.
Por la mañana, en la sección Normas
Legales de El Peruano, se publicó el documento que separa del puesto a la
procuradora.
Es una resolución como otras tantas,
con la única diferencia que en ésta ”no se le dan las gracias por los servicios
prestados…”
Al leerla, Yeni no pudo evitar las lágrimas…
Ahora teme por su vida. ¿Puede
calificarse todo esto como violencia contra la mujer…? ¿Usted, qué opina…?
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