El mundo entero lo llora. Conmoción
general causó la muerte en México del genial escritor y periodista colombiano
Gabriel García Márquez.
Ganador del premio Nobel de
Literatura en 1982, su obra cumbre es “Cien años de soledad”. Está catalogado
como uno de los grandes novelistas del siglo XX.
Desde el primer instante de su
desaparición el periodismo, en todos sus perfiles, dedicó numerosos espacios dedicados
a su memoria.
Prensa Virtual Trujillo, hurgando entre sus valiosos
escritos, encontró una frase que puede ser aplicada a nuestra ciudad que
atraviesa por una difícil etapa de violencia.
Se trata de la premonitoria expresión:
“Lo
único que puede salvarnos de la barbarie es una cultura de la paz…”
La propuesta constituye una
sugerente recomendación sobre lo que debemos hacer para combatir la
delincuencia.
De lo contrario, estaríamos
condenados a retroceder hacia uno de los primigenios, oscuros y salvajes estados
de la evolución humana.
Pero. ¿Qué es la cultura de la paz a
la que alude Gabo…?
Consiste en una serie de valores,
actitudes y comportamientos que rechazan la violencia y previenen los
conflictos atacando sus causas para solucionar los problemas.
Todo parte de la teoría que para
lograr la tranquilidad social es indispensable haberla conquistado a nivel
individual y del hogar.
En este sentido los padres de
familia y los profesores tienen una ardua tarea consistente en formar y educar a
las nuevas generaciones sobre la base de los valores éticos y morales.
El Estado, por su parte, debe
estructurar programas educativos y de planificación familiar. Sin descuidar la
urgente necesidad de revisar la legislación penal adecuándola al momento que
vivimos.
Partir del respeto a la propiedad
ajena y a todo lo que nos rodea. Fomentar la armonía y concordia permanente en
las relaciones interpersonales.
Así mismo, promover la comprensión,
la tolerancia y la solidaridad orientada a obtener la convivencia ideal en el
trato con nuestros semejantes.
Si cada grupo familiar u
organización tiene en cuenta estos principios básicos estará brindando un
positivo aporte a la sociedad.
La felicidad es un estado mental.
Tratemos de ser felices con lo que hemos obtenido con nuestra dedicación y esfuerzo.
Escuchemos el reciente llamado del
Papa Francisco quien pidió a los hombres del planeta tener paciencia y valentía
para alcanzar la paz y la justicia.
García Márquez se fue en Jueves
Santo y nos dejó un sabio consejo para conseguir el bienestar y la seguridad. ¡No
lo olvidemos nunca…!
Y, lo que es mejor. Es factible. Empecemos
a ponerlo en práctica…
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