Parte delantera, llena de luces, de una sala de cine 3D en Europa. Hay expectativa para ver las escenas de esos filmes... (3D Laffy)
Empezaba la segunda mitad del siglo pasado y el argumento de los filmes que se proyectaban en los cines era de tipo romántico, policial, bélico o del oeste. No había más.
Las películas eran en blanco y negro y en el famoso technicolor, lo que impulsaba al público a formar inmensas colas para ingresar a los establecimientos que las proyectaban.
Éramos aún niños cuando, en forma casi repentina, llegaron las cintas denominadas en Tercera Dimensión.
Como su nombre lo indica, las imágenes sobresalían de la pantalla, dando la impresión que los protagonistas y todos los elementos que los rodeaban eran verdaderos
.
Para poder espectar una película de esa clase era indispensable colocarse unos lentes de cartón, que entregaban al adquirir el ticket de ingreso.
Recuerdo que, con algunos amigos, fuimos a ver una proyección del oeste norteamericano y quisimos introducirnos bajo las butacas para evitar se aplastados por las rocas lanzadas desde lo alto de una colina por los indios apaches.
O el instante que tratamos de cubrirnos y correr para no ser alcanzados por las flechas de los navajos. Es que todo parecía tan real.
El cine en Tercera Dimensión desapareció, de manera similar a como llegó, silenciosamente. Más tarde nos enteramos la razón. Decían que había originado ciertos problemas a algunos espectadores.
Sin embargo, el fenómeno 3D en su momento cumbre invadió el ámbito de las historietas o comics, exigiendo igualmente gafas para poder leerlas.
Hace unos días, el cable nos trajo la noticia que a partir del año entrante serán inauguradas más de seis mil quinientas salas de cine en Tercera Dimensión, en todo el mundo.
Igualmente que serán puestas en cartelera dieciséis películas de esa modalidad con el impresionante añadido que es capaz de brindarle la tecnología actual.
En realidad, las pruebas experimentales comenzaron a principios del presente siglo y se considera que actualmente han superado todas barreras.
El nuevo cine en 3D se caracteriza por la complejidad de su técnica de producción y elevado costo.
Trascendió que ahora, tal como ocurrió antaño, se necesitarán anteojos especiales para estar en condiciones de ver las proyecciones.
Mientras tanto, esperamos con inquietud admirar a los actores de un filme que se desenvuelven saliendo del ecran. En el mismo plano y nivel que ocupamos nosotros…
Las películas eran en blanco y negro y en el famoso technicolor, lo que impulsaba al público a formar inmensas colas para ingresar a los establecimientos que las proyectaban.
Éramos aún niños cuando, en forma casi repentina, llegaron las cintas denominadas en Tercera Dimensión.
Como su nombre lo indica, las imágenes sobresalían de la pantalla, dando la impresión que los protagonistas y todos los elementos que los rodeaban eran verdaderos
.
Para poder espectar una película de esa clase era indispensable colocarse unos lentes de cartón, que entregaban al adquirir el ticket de ingreso.
Recuerdo que, con algunos amigos, fuimos a ver una proyección del oeste norteamericano y quisimos introducirnos bajo las butacas para evitar se aplastados por las rocas lanzadas desde lo alto de una colina por los indios apaches.
O el instante que tratamos de cubrirnos y correr para no ser alcanzados por las flechas de los navajos. Es que todo parecía tan real.
El cine en Tercera Dimensión desapareció, de manera similar a como llegó, silenciosamente. Más tarde nos enteramos la razón. Decían que había originado ciertos problemas a algunos espectadores.
Sin embargo, el fenómeno 3D en su momento cumbre invadió el ámbito de las historietas o comics, exigiendo igualmente gafas para poder leerlas.
Hace unos días, el cable nos trajo la noticia que a partir del año entrante serán inauguradas más de seis mil quinientas salas de cine en Tercera Dimensión, en todo el mundo.
Igualmente que serán puestas en cartelera dieciséis películas de esa modalidad con el impresionante añadido que es capaz de brindarle la tecnología actual.
En realidad, las pruebas experimentales comenzaron a principios del presente siglo y se considera que actualmente han superado todas barreras.
El nuevo cine en 3D se caracteriza por la complejidad de su técnica de producción y elevado costo.
Trascendió que ahora, tal como ocurrió antaño, se necesitarán anteojos especiales para estar en condiciones de ver las proyecciones.
Mientras tanto, esperamos con inquietud admirar a los actores de un filme que se desenvuelven saliendo del ecran. En el mismo plano y nivel que ocupamos nosotros…
No hay comentarios:
Publicar un comentario