La imagen es elocuente y nos evita mayores comentarios...
Trujillo debe disputar dentro de poco la posibilidad de ser incluida en el Libro de los Records Guinness por las cosas extrañas que se presentan.
Una muestra más de estas rarezas es el cartel que se aprecia en plena cinta asfáltica que está dedicada únicamente a la circulación de los automotores.
La escena se completa justamente con dos vehículos estacionados frente a frente que flanquean el afiche. Uno a su izquierda y otro a la derecha.
El panel, que pertenece a un restaurante, incluye una serie de detalles entre los que destacan tres platos de su especialidad.
La ubicación del anuncio es una muestra del interés del propietario de ganar una mayor clientela.
Sin embargo, su actitud es un atentado contra todas las disposiciones que existen al respecto.
Aparte de constituir un serio peligro para los vehículos que circulan por la zona.
La original ocurrencia puede constatarse en la urbanización Las Quintanas, frente al coliseo cerrado Gran Chimú.
Las normas que imponen orden en la ciudad, deben ser encomendadas a la policía, los agentes de seguridad ciudadana y los supervisores municipales de manera coordinada.
Al final, el único objetivo es mantener Trujillo como una urbe digna de sus habitantes y de quienes nos visiten.
Si no se actúa ahora, cada ciudadano seguirá tomando decisiones como mejor le parezca y eso es lo que debe evitarse.
Hagamos de esta tierra, en toda la extensión de la palabra, un lugar agradable para vivir…
Una muestra más de estas rarezas es el cartel que se aprecia en plena cinta asfáltica que está dedicada únicamente a la circulación de los automotores.
La escena se completa justamente con dos vehículos estacionados frente a frente que flanquean el afiche. Uno a su izquierda y otro a la derecha.
El panel, que pertenece a un restaurante, incluye una serie de detalles entre los que destacan tres platos de su especialidad.
La ubicación del anuncio es una muestra del interés del propietario de ganar una mayor clientela.
Sin embargo, su actitud es un atentado contra todas las disposiciones que existen al respecto.
Aparte de constituir un serio peligro para los vehículos que circulan por la zona.
La original ocurrencia puede constatarse en la urbanización Las Quintanas, frente al coliseo cerrado Gran Chimú.
Las normas que imponen orden en la ciudad, deben ser encomendadas a la policía, los agentes de seguridad ciudadana y los supervisores municipales de manera coordinada.
Al final, el único objetivo es mantener Trujillo como una urbe digna de sus habitantes y de quienes nos visiten.
Si no se actúa ahora, cada ciudadano seguirá tomando decisiones como mejor le parezca y eso es lo que debe evitarse.
Hagamos de esta tierra, en toda la extensión de la palabra, un lugar agradable para vivir…
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