viernes, 23 de diciembre de 2011

NAVIDAD: ¡FESTIVIDAD DE AMOR Y PAZ…!

El nacimiento es una forma de representar la llegada de Jesús al mundo en los hogares cristianos de Perú...

Esta noche es Nochebuena y mañana, 25 de diciembre, celebramos la Navidad.

El mundo cristiano conmemora el nacimiento de Jesús, quien llegó para permanecer entre los hombres y redimir a la humanidad.

Durante su presencia en el mundo terrenal nos dejó los elevados preceptos de humildad, unión, amor y paz, entre otros.

Es que la Navidad significa eso: respeto, armonía, amistad, igualdad, justicia, perdón, sinceridad, lealtad, dignidad, gratitud, benevolencia, estima, paciencia y felicidad.

Lamentablemente, con el tiempo la festividad, al igual que sus principios morales, tiende a desvirtuarse o dejarse de lado.

El acontecimiento, a pesar de su profundo sentido humano y religioso, ha sido comercializado al máximo.

La mayoría espera la gratificación para agotarla o endeudándose adquiriendo objetos o consumiendo comidas y licores de todas las marcas, colores y sabores.

Muchos relacionan la Navidad con descanso pleno, diversión e interminables borracheras hasta el amanecer.

Olvidan que es una fecha dedicada a reflexionar sobre el sentido de nuestra propia vida y la forma de actuar con nuestra familia y la gente misma. Aquellos que nos rodean o nos encontramos en la calle, la oficina o el trabajo.

¿Estamos actuando según los postulados cristianos como hijos, esposos o padres…? ¿Somos realmente responsables…?

¿Cumplimos con nuestros deberes y obligaciones…? ¿Respetamos al prójimo…? ¿Nos interesamos por los demás…? ¿Nos hemos puesto alguna vez en el lugar de los otros…?

Si la respuesta es negativa, estamos yendo por un rumbo equivocado. Es hora de retomar el camino correcto.

Recordemos que nuestra existencia en la Tierra no es solo vivir por vivir. No. Todos tenemos una misión que cumplir.

En este aspecto, los padres de familia tienen una función primordial en la tarea de inculcar los valores y orientar a sus hijos. La sociedad es el resultado de lo que se recibe en el hogar.

Y si pese a todo, usted persiste en continuar por el sendero erróneo. No culpe a los demás. Ni se queje después de su destino.

La Navidad es solo para quienes están dispuestos a abrir su corazón y vivir en armonía, amor y paz…

¡Feliz Navidad…!






























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