lunes, 27 de junio de 2011

¡AQUELLA INOLVIDABLE ETAPA ESCOLAR…!

Darío Núñez Sobero, este bloguero, el "Mono" Lorenzo Rodríguez Zapata y Jorge Miranda Pulido, de pie. "Coco" López Bozzo y Maglio Balarezo Quintana, sentados, previo al desfile en la plaza de Armas....

Hay momentos en la existencia humana que marcan a las personas. Uno de ellos, es la etapa escolar.

Aquella que compartimos casi desde los primeros años de la infancia y concluye en plena juventud. Previa a los estudios superiores.

Las vivencias de esa época son tan gratas e imperecederas, que se evocan con motivo del aniversario del plantel y se recuerdan para siempre.

Esta vez correspondió a las dos secciones de ciencias y una de letras convocadas para reencontrarse y celebrar los cincuenta años de haber egresado de las aulas del centenario Colegio Nacional de San Juan de Trujillo.

La Promoción 1961 “Augusto García Llerena” asistió al llamado para participar en la Clase Magistral dictada por el maestro y periodista Teodoro Rivero Ayllón quien, fiel a su estilo, dicto cátedra.

También estuvieron presentes, el propio doctor García Llerena, quien en su intervención invocó educar a los jóvenes para cambiar el futuro del país, y los docentes Adolfo Alva Lezcano y Antonio Alfaro Quevedo.

Previamente formaron en el patio de honor del viejo claustro, a órdenes del brigadier de entonces, Miguel Ángel Lanza quien, bastón en mano, hizo la proclama del lema diario, entonándose el Himno Nacional y el Himno Sanjuanista.

Al pasar lista de asistencia, la nota graciosa brotó espontánea cuando se nombró a cada alumno y los compañeros gritaban el apodo entre aplausos y risas. Era como volver con nostalgia al tiempo que pasó.

Enseguida, pronunciaron con mucha fuerza: ¡Presente…! Rompiendo esa especie de nudo en la garganta, cuando se mencionó a los amigos que quedaron en el camino, porque el Señor los acogió en su reino.

Después de medio siglo, se produjeron numerosos cambios. Con los años los canarios se hicieron profesionales. Se convirtieron en padres de familia y abuelos.

La mayoría transformó su fisonomía. Ganaron varios kilos demás y algunas arrugas, pero perdieron casi todo el cabello.

La variación en algunos casos es tal, que al no reconocerse, unos preguntaban en voz baja, quien era la persona que estaba al costado.

Al final vino el reencuentro, los infaltables abrazos y las preguntas sobre qué fue de su vida o dónde están a los ya no residen en la ciudad.

El domingo, día del desfile en la plaza de Armas, la Promoción 1961 de San Juan marchó con el civismo de antaño. Como si el tiempo se hubiese detenido y ganamos el Gallardete a la Mejor Presentación.

Un galardón más que se añade a los triunfos en los Concursos de Bandas Escolares, que ya no se realizan, en los partidos de fútbol y básquet con la GUE Sánchez Carrión y diversas competencias de atletismo.

Antes de despedirnos, los integrantes de las Bodas de Oro juramos reunirnos todos los años en junio, con motivo de las fiestas patronales de San Juan.

Las palabras del adiós portaban un mensaje: A partir de hoy debemos estar más unidos que nunca, pues la cuenta de la vida es regresiva

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