Histórica imagen. El Shinkansen se alista para partir de Tokio a Osaka. Hoy se cumplen cincuenta años...
La Segunda Guerra Mundial dejó a
Japón en escombros. Las pérdidas humanas, económicas y materiales originadas
por las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki fueron inconmensurables.
Esa desgracia invadió al país
entero. Corría el mes de agosto de l945.
Diecinueve años después, el 1 de
octubre de 1964, hace exactamente cincuenta años, el País del Sol Naciente
sorprendía al mundo al inaugurar el Shinkansen.
El Tren Bala, como se le conoce en
occidente, revolucionó el modelo de entonces. Tiene diseño aerodinámico. Semejante
a la cabina de un avión.
Marcó un record a nivel mundial,
pues alcanzaba una velocidad de doscientos diez kilómetros por hora.
Con esa potencia, cubría la vía
entre Tokio y Osaka, separadas por 515 kilómetros, semejante a la distancia
entre Trujillo y Lima, en cuatro horas. Ahora lo hace, en dos horas y media.
Hasta la actualidad, el Shinkansen
tiene rutas a diferentes partes del territorio y transporta un promedio de 325 millones
de pasajeros al año.
Se caracteriza por su puntualidad
extrema, seguridad y se puede abordar en las estaciones cada diez minutos.
Nueve días después del acto
inaugural, Japón organizó los Juegos Olímpicos de Tokio. Con ambos acontecimientos
demostraba al orbe sus extraordinarias muestras de recuperación.
No solo eso, marcó el ingreso a la
modernidad y su impresionante potencial económico considerado por los analistas
como un milagro.
Contra todo lo que se pueda imaginar
los japoneses, caracterizados por su ahínco y dedicación en cuerpo y alma al
trabajo, no se quedan allí.
En estos momentos, realizan los
ensayos para desarrollar aún más su impresionante red ferroviaria.
Preparan el avanzado sistema denominado
Maglev basado en la levitación magnética.
Consiste en dotar al tren de motores
lineales instalados cerca de los rieles que activan el campo magnético.
Esta acción eleva el convoy unos
diez centímetros sobre las vías e impulsa el movimiento.
Tal mecanismo elimina cualquier
contacto, porque el aire queda como único
elemento de fricción.
Cuando empiece a funcionar, un viaje
por tren tardará lo mismo que hacerlo por avión. ¿Parece película de ciencia ficción…?
¿Verdad…?
Pero, es cierto. Solo que estamos
hablando de Japón. Otro mundo. ¡En todo…!
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