Setenta mil fue el número estimado de bajas, aparte de los heridos y desaparecidos...
¿De
verdad…? ¿Vale
tanto
una guerra…?
(Anónimo)
Se cumplen setenta años de una de
las confrontaciones militares de mayor magnitud y trascendencia del siglo XX.
El 6 de junio de 1944 se realizó el
desembarco de las tropas aliadas a lo largo de la costa francesa de Normandía.
Objetivo principal del espectacular
operativo era abrir una brecha para combatir el poderío nazi que dominaba la
mayoría de países europeos.
Preparada con meses de anticipación,
la acción comprendió mar, tierra y aire, incluyendo el ataque de varios cuerpos
de paracaidistas.
Debido a su envergadura y el tiempo
de duración, se le denominó el “Día D” o el “Día más largo de la historia”.
La misión militar llamada Overload
consistía en trasladar en barcazas a las tropas hasta la playa apoyadas por el
fuego de los acorazados americanos.
Los infantes debían sortear peligrosos
obstáculos colocados en la orilla, así como el campo minado sembrado por los
alemanes.
Además, hacer frente a las ráfagas
de metralla lanzadas desde las torretas instaladas en lo alto del acantilado.
Fue una verdadera carnicería.
Después de muchas horas de combate y
a pesar de la cerrada defensa, la ofensiva aliada logró imponerse iniciándose
la liberación de Europa.
Se estima que setenta mil soldados dieron su
vida, aparte de los heridos y desaparecidos, en las orillas del Canal de la Mancha. Ellos fueron sepultados en la tierra de los
galos.
"Hay un cementerio en el norte de Francia..."
Cierto día, cuando la estudiosa
Bárbara Kingsolver visitó el camposanto, quedó muy conmovida por lo que vio.
Más tarde, escribió lo siguiente:
“Hay un cementerio en el norte de Francia
donde están enterrados todos los chicos del Día D.
“Las cruces blancas atraviesan el
horizonte de punta a punta. Recuerdo que, cuando las vi, pensé que estaba en un
bosque de tumbas.
“Pero estaban colocadas con una
geometría perfecta, totalmente rectas, por lo que, al fin y al cabo, no era una
arboleda, sino un huerto de sepulcros.
“Nada que ver con la naturaleza.
Salvo que tengas en cuenta la naturaleza humana…”
Dentro del fragor de la batalla, en
los brevísimos instantes de descanso que tuvieron, ciertos soldados aliados
plasmaron sus sentimientos.
En el bolsillo de la chaqueta de un
joven, previendo su deceso, se encontró
un arrugado papel que decía: “Viví veinte años, Entrené dos de ellos. Y
morí en una playa de Francia en menos de una hora…”
Otro, un poco más sarcástico, anotó: “Y,
cuando llegue al cielo, le diré a San Pedro: “Señor: Aquí, otro recluta que ha
servido en el infierno. Normandía 6 de junio de 1944…”
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