César Vallejo, el poeta eterno. Hoy se cumplen 120 años de su nacimiewnto en Santiago de Chuco, La Libertad, Perú...
Un siglo y dos décadas del nacimiento del poeta y escritor César Vallejo, en Santiago de Chuco, La Libertad, Perú, se conmemoran hoy 16 de marzo.
Dotado de una cualidad excepcional para escribir, al utilizar múltiples formas y estilos, es considerado un revolucionario del lenguaje.
Hace algunos años, el crítico Thomas Merton lo llamó “el más grande poeta universal después de Dante”.
Calificado como autor del dolor, marginal, nostálgico o desdichado, su obra también contiene temas de ternura y humor. Es decir, escribió sobre todo.
Conferencias, conversatorios y foros se celebran en distintas partes del mundo para analizar y tratar de entender los mensajes plasmados en cada una de sus obras.
Eso explica la escasez de tiempo y espacio de nuestra parte para intentar siquiera efectuar un atisbo de su trascendental producción.
Por eso, preferimos extraer algunas frases aisladas consignadas por Vallejo en los múltiples trabajos que dejó para la posteridad:
-- No es grato morir señor si en la vida nada se deja y en la muerte nada es posible, si no lo que se pudo dejar en vida
-- Saber más es ser más libre
-- ¿Batallas?, ¡no!, pasiones. Y pasiones precedidas de dolores con rejas de esperanzas, de dolores de pueblos con esperanzas de hombres, ¡muerte y pasión de paz, las populares!
-- Yo nací un día que Dios estuvo enfermo. (Aunque, en realidad, todos hubiésemos deseado nacer un día que Dios estaba contento)
-- Amado sea el niño que cae y aún llora y el hombre que ha caído y ya no llora…
-- Hay soledad en el hogar sin bulla, sin noticias, sin verde, sin niñez.
-- La política, el amor, el problema económico, el desastre cordial de la esperanza, la refriega directa del hombre con los hombres, el drama menudo e inmediato de las fuerzas y las direcciones contrarias de la realidad, nada de esto sacude personalmente al escritor de puertas cerradas.
-- ¡La tumba es todavía un sexo de mujer que atrae al hombre!
-- Hoy me gusta la vida mucho menos, pero siempre me gusta vivir: ya lo decía.
Y esta que nos plantea un permanente reto a los peruanos:
-- Señor Ministro de Salud. ¿Qué hacer? ¡Ah! Desagraciadamente, hombres humanos, hay, hermanos, muchísimo que hacer…
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