Con excepcional destreza Guerrero ingresa entre Barreto (12) y Samudio (13) para anotar el primer gol ante Paraguay...
En vísperas del encuentro ante Chile, continúan los elogios a Paolo Guerrero, quien contra Paraguay confirmó su calidad goleadora al convertir las dos anotaciones que nos dieron el triunfo.
Claro. A ello debe añadirse la gran actuación de Juan Vargas, Jefferson Farfán y Claudio Pizarro. Justamente estos últimos tuvieron participación directa en los tantos del delantero del Hamburgo.
Sin embargo, el gol que nos impresionó más fue el primero. Aquel que, empezando el segundo tiempo, abrió el camino a la victoria.
Con mucha viveza Farfán robó una pelota y emprendió veloz carrera. Ante el cruce de Guerrero, se la puso delante.
Éste prosiguió raudo hasta encontrarse con dos rivales que trataban de interrumpir su avance.
El defensa Samudio (13) se lanzó por detrás en carretilla, sin éxito, mientras el arquero Barreto (12) salía para intentar atrapar el balón.
Fue allí donde se produjo el instante de lucidez en el que Paolo, con un juego de piernas y excepcional destreza, se escurrió en el reducido espacio existente entre ambos con la pelota pegada a los botines.
Apareció otro defensor tratando de evitar el disparo y achicándole el ángulo. Por la velocidad, el peruano quedó muy pegado al parante derecho.
Entonces Guerrero, mostrando magistral puntería e impresionante serenidad, introdujo el esférico en el arco contrario.
No es la primera vez que se enfrenta a un guardameta y lo supera con facilidad. En la Copa América hizo lo mismo con el uruguayo Muslera que se le arrojó a los pies sin poder atrapar el balón.
Ese es Paolo Guerrero. El jugador peruano que se transforma por completo cuando viste la camiseta bicolor.
Aquel que, con sus goles, nos impulsa a gritar a todo pulmón y colma de ilusión para seguir pensando en volver a jugar un Mundial luego de treinta años.
Pero, aún falta mucho. Recién estamos empezando. Por ahora, la meta es ganar a Chile en Santiago…
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