El buen trato a las personas adultas es una muestra de respeto y cultura...
“Respeta a los adultos. Algún día
tú llegarás a esa edad, si Dios
o el destino están contigo…”
(Cronos)
Hace unos días hubo una interesante reunión entre los altos representantes de una importante empresa estatal de servicios y el periodismo local.
La cita estaba orientada a informar sobre el sorteo de artefactos eléctricos entre los clientes puntuales como una forma de premiar su cumplimiento.
En la conferencia de prensa, un colega sugirió que en una oficina de cobranza ubicada en la avenida España se colocara el letrero correspondiente de atención preferencial.
Un ejecutivo respondió que no era necesario porque el anuncio existía en el local. Más tarde comprobamos que no era cierto, pues hasta ahora el ambiente no exhibe ninguna inscripción al respecto.
Recientemente acudimos a la misma oficina y verifícanos que las diferentes ventanillas solo atendían a una hilera de personas de toda edad formadas en cadena.
Lo más curioso le sucedió a un amigo adulto mayor que fue a cancelar puntualmente su recibo de predios al SATT antes de las tres de la tarde.
En la ventanilla dedicada a la atención especializada estaba un joven agachado, supuestamente trabajando, pero con un letrero que indicaba pasar a la sección siguiente donde no había nadie.
El conocido acudió al otro lado donde fue rechazado por el responsable, que incluso dio su nombre, manifestando que solo atendía con ticket.
Regresó al sitio inicial y, luego de solicitar casi rogando, pudo cumplir con su obligación, aunque el empleado reveló que recién ingresaba a trabajar a las cuatro de la tarde (?).
El ciudadano que recibió el maltrato de los empleados del SATT no tenía ni una sola deuda. Es más, iba a pagar sus recibos del mes por anticipado.
Sin embargo, a pesar de su edad y los problemas de salud que padece, tuvo que afrontar la indiferencia y descortesía de quienes laboran en esa dependencia municipal
Los casos descritos no son aislados. Ocurren con frecuencia en la mayoría de los bancos, entidades públicas y oficinas particulares.
Es oportuno señalar que el derecho que tienen los adultos mayores a ser atendidos está garantizado por la Ley 28683.
El dispositivo establece que las municipalidades son las encargadas de aplicar multas a los infractores de hasta el treinta por ciento de una unidad impositiva tributaria.
Aunque el monto de la sanción es mínimo, debe imponerse pues la cultura de los pueblos también se demuestra mediante el trato a los adultos…
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