Deysi Cori, rodeada de las jóvenes que ocuparon los lugares siguientes...
Ella se consagró campeona del Torneo Mundial Juvenil en la categoría Sub 20, avalado por la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE).
La noticia de su victoria nos llena de orgullo y representa el mejor estímulo para los muchachos de su edad.
Es la muestra evidente de aquello que se puede lograr cuando alguien se traza una meta y busca todos los medios lícitos y posibles para conseguirlo.
Su triunfo motivó que algunos solicitaran que se le entregue los laureles deportivos. Pero, esa distinción solo está asignada para las categorías absolutas.
Sin embargo, el Congreso hará los contactos del caso ante el Consejo Superior de Justicia y Honores del Deporte para ver la posibilidad de hacer una excepción en esta oportunidad.
Deysi no es nueva en estos menesteres. En el 2008, siendo aún una niña, ganó el Campeonato Mundial Escolar efectuado en Singapur.
Un año después, se llevó los lauros en otra competencia de la categoría Sub 16, en Turquía.
Lo meritorio de la ajedrecista nacional es que viaja prácticamente sola. Muy diferente a los representantes de otros países que cuentan con entrenador, nutricionista, sicólogo y hasta masajista.
Eso sí, hay que reconocer la ayuda de algunos ejecutivos de la empresa privada capitalina y el respaldo del Instituto Peruano del Deporte.
No obstante, el esfuerzo personal de Cori y su familia, debe ser razón suficiente para establecer una política deportiva integral con la finalidad de orientar de la mejor manera a los nuevos valores.
Lo más interesante es que la campeona mundial es una joven como cualquiera que vive en Villa El Salvador, Lima.
A pesar de las falencias propias de un hogar humilde del cual procede, se ha convertido en una auténtica representante de la juventud nacional.
Cori regresó ayer del extranjero. Estuvo en el Parlamento donde recibió un incentivo económico.
También visitó el Palacio de Gobierno. Allí fue felicitada por el presidente Ollanta Humala a nombre del pueblo peruano.
El mandatario le entregó la Medalla de Honor al Mérito Deportivo y le ofreció apoyo para traer al Perú el título mundial en la categoría mayores.
Al final, ambos jugaron una simbólica partida que duró apenas un minuto.
No obstante, la hazaña de Cori quedará perennizada como aquello que pueden hacer los jóvenes cuando de verdad se lo proponen…
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