lunes, 31 de enero de 2011

REGLA DE ORO: ¡EL RESPETO A LOS DEMÁS...!


Este vehículo que ocupa toda la acera está estacionado en la puerta de un centro dedicado a leer la Biblia...


“La verdadera adoración a Dios es posible

cuando se respeta al prójimo…"

(Rabindranath Tagore)


Una de las tantas reglas de tránsito y ordenanzas municipales que no se cumplen, ni sancionan, prohíbe estacionar los vehículos en las veredas.


La norma es inobjetable, porque las aceras han sido construidas para facilitar el libre traslado de los peatones.


Es que cuando un carro ocupa irreglamentariamente la zona, las personas que caminan se ven obligadas a bajar a la calzada arriesgando su vida al exponerse al tránsito vehicular.


Algo más. Esta exigencia no solo se aplica en nuestro medio, sino que tiene validez en todos los países del mundo.


Para desdicha de quienes se trasladan a pie, en Trujillo los conductores aprovechan la ineficacia de la policía y las autoridades edilicias para imponer multas y actúan como mejor les parece.


El problema se presenta desde hace mucho tiempo, en especial en las urbanizaciones y las zonas alejadas del centro cívico.


Por eso, un día domingo salimos con el propósito de buscar algunas vistas para ilustrar este artículo con una elocuente foto.


Captamos algunas que mostraban los automotores estacionados de manera irregular en el área de ingreso a los garajes particulares, talleres, lavaderos de carros y similares.


Y cuando pensábamos que ya teníamos la imagen que necesitábamos, nos encontramos una escena que resultó de lo más expresiva.


Sobre todo porque se trataba de dos unidades móviles detenidas en la vereda que antecede a un centro bíblico colmado de fieles, ubicado en la avenida América Norte.


Que un ciudadano común y corriente invada la acera para colocar su coche dificultando el libre y seguro tránsito de las personas, es condenable.


Pero, la situación se convierte en agravante cuando los vehículos pertenezcan a los miembros de una congregación religiosa.


Si se sabe que uno de los principios básicos de las doctrinas divinas es el respeto al prójimo, ¿Cómo es posible que quienes los lean y se supone que están más cerca de esas sagradas normas, no la pongan en práctica…?


Esto puede reafirmar, aunque sea en parte, que muchas personas solo son religiosas cuando están dentro del templo, sin embargo olvidan todo al salir a la calle.


Situaciones semejantes, entristecen mucho más y motivan una profunda reflexión.


No obstante, sabemos que nunca es tarde para modificar nuestra manera de comportarnos, sobre todo cuando se trata de respetar el derecho que se merecen los demás….

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