Esta hermosa y artística banca de granito, a lado de otras, adorna la plaza de Armas de Trujillo, en el mismo corazón de la ciudad:
El lugar es transitado de día y de noche por miles de personas y no faltan quienes se detienen para descansar observando las esculturas centrales, los floridos jardines y las espigadas palmeras de los alrededores.
Las bancas con espaldar y otras más simples, fueron instaladas en el contorno y el interior del más importante espacio cívico de nuestra urbe.
Hace pocos días quedamos pasmados al constatar que una de ellas presenta un enorme hueco en la parte inferior izquierda.
Mide unos veinte centímetros y se localiza en el ángulo conformado por la plataforma para sentarse, el espaldar y la pieza donde se apoya el brazo derecho.
Lo raro es que nadie se explica quién, cuándo, cómo o en qué circunstancias se produjo la destrucción...
La banca deteriorada está ubicada en el jirón Diego de Almagro, paradójicamente casi frente al local del Colegio de Arquitectos y a pocos metros del palacio municipal.
En la misma zona está el local del Gobierno Regional y el futuro Museo Departamental de
Como es de suponer, en el área la vigilancia policial y de los efectivos de seguridad ciudadana, es casi permanente.
Lo que más llama la atención es que siendo la estructura tan gruesa y consistente, haya logrado ser perforada.
Por esa razón, se especula que posiblemente fue destrozada con martillo, cincel u otro elemento contundente produciendo gran ruido.
En ese caso, debió haberse conseguido dar con los responsables de este atentado contra la propiedad pública.
Las bancas de la plaza de Armas, al igual que otras reliquias, constituyen parte del patrimonio monumental del país, por lo tanto merecen preservar su integridad y belleza.
En ese sentido, es responsabilidad de todos los ciudadanos el cuidado, conservación y protección de nuestra riqueza cultural y artística…
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