Los Juegos Olímpicos de Beijing están en las puertas y cada vez se adoptan sugestivas medidas para asegurar una agradable estancia a los deportistas y turistas que visiten China.
Por ejemplo, la cadena de los restaurantes Quanjude, considerada la más popular del país, adelantó que las aves que prepare serán sometidas a control antidopaje.
La firma se distingue por ofrecer el Kaoya, denominación en idioma nativo otorgada al pato laqueado, originario de la región este.
Recibe ese nombre debido a la presentación de plato en que la piel del animal cocido brilla tanto que da la impresión de estar cubierto de laca.
Según referencias históricas, durante siglos el pato cantonés, como también se le conoce, fue la comida preferida de la familia imperial.
De acuerdo a la agencia oficial Xinhua, la compañía Quanjude, posee más de tres siglos de historia y sus ambientes son frecuentados por los jefes de estado que llegan al territorio.
Con la finalidad que sus aves estén libres de sustancias estimulantes, los corrales fueron inspeccionados por el comité organizador de los Juegos Olímpicos que le otorgó su aprobación.
La compañía se comprometió brindar el mejor servicio al medio millón de visitantes que, se estima, arriben para las competencias y promocionar su marca.
El propósito es abrir nuevos restaurantes en distintas partes del mundo, pues actualmente sólo posee sucursales en Australia y Japón.
La original medida del control antidoping a las comidas se sustenta en la inquebrantable disciplina oriental.
Los chinos, como la mayoría de países basados en las normas tradicionales, consideran que la salud de las personas se sustenta en el alimento que consumen.
Y no les falta razón…
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