Los vehículos de servicio público en Trujillo deben renovarse sin involucrar al público intentando aumentar las tarifas...
El servicio público que brindan en Trujillo los taxis, micros y buses es conocido por todos y se resume en una sola palabra: deficiente.
Cuando una persona sube a cualquiera de esas unidades se enfrenta lamentablemente a esa cruda realidad. No está a la altura de lo que nuestra ciudad requiere.
Eso se puede comprobar cuando uno va a otras ciudades, incluso cercanas, como Pacasmayo, por ejemplo, donde los vehículos son mucho más modernos.
Allí los propietarios son los únicos que se han preocupado por adquirir movilidades nuevas, sin aumentar los pasajes, ni incluir para nada a los usuarios.
Todo lo contrario a lo que acaba de declarar un dirigente sindical local quien sostiene que “si quieren ver una ciudad con mejores unidades deben aportar como se debe” (?).
Y agrega que, por esa razón, “los pasajes en Trujillo serán incrementados en un cien por ciento”. ¡Grave error…!
Jamás se puede condicionar la renovación de sus carros al incremento del valor de los pasajes. Simplemente porque el público no es socio de ellos.
En otro acápite señala que, en ocasiones, los taxis cobran dos soles y subirían a tres. Una falsedad. Porque no hay conductores que cobren esa tarifa.
El abuso y prepotencia respecto a lo que cobran los taxistas es tal, que siempre es obligatorio preguntar por el valor de la carrera antes de subir. En caso contrario, uno queda a expensar de lo que imponga el piloto.
Al respecto, es indispensable que el municipio fije los precios a partir de las inmediaciones de la plaza de armas, teniendo como límites las avenidas España, América y así sucesivamente.
Es importante recalcar que el estado de los vehículos depende exclusivamente de los dueños y si en la actualidad circulan automotores viejos, oxidados y malolientes es por la falta de efectividad de las autoridades que no sancionan, ni prohíben su circulación.
La ciudadanía no tiene ninguna obligación de intervenir en la modernización de los vehículos de servicio público. Eso debe quedar muy claro.
Que cada uno asuma su responsabilidad y adquiera unidades modernas que sean motivo de orgullo del propietario y los pasajeros.
De otro lado, si la gasolina es subsidiada por el gobierno y su precio se mantiene inalterable, en estos momentos resulta contraproducente hablar de aumento de pasajes.
Esperamos que la dirigencia de los choferes asuma el reto con responsabilidad. Sin involucrar a la ciudadanía que ya tiene bastante con el incremento de precio de los productos de primera necesidad.
Y si no les resulta rentable, cambien de rubro. Pero, por favor, no incluyan al pueblo en un problema que es exclusivamente de ustedes…
Cuando una persona sube a cualquiera de esas unidades se enfrenta lamentablemente a esa cruda realidad. No está a la altura de lo que nuestra ciudad requiere.
Eso se puede comprobar cuando uno va a otras ciudades, incluso cercanas, como Pacasmayo, por ejemplo, donde los vehículos son mucho más modernos.
Allí los propietarios son los únicos que se han preocupado por adquirir movilidades nuevas, sin aumentar los pasajes, ni incluir para nada a los usuarios.
Todo lo contrario a lo que acaba de declarar un dirigente sindical local quien sostiene que “si quieren ver una ciudad con mejores unidades deben aportar como se debe” (?).
Y agrega que, por esa razón, “los pasajes en Trujillo serán incrementados en un cien por ciento”. ¡Grave error…!
Jamás se puede condicionar la renovación de sus carros al incremento del valor de los pasajes. Simplemente porque el público no es socio de ellos.
En otro acápite señala que, en ocasiones, los taxis cobran dos soles y subirían a tres. Una falsedad. Porque no hay conductores que cobren esa tarifa.
El abuso y prepotencia respecto a lo que cobran los taxistas es tal, que siempre es obligatorio preguntar por el valor de la carrera antes de subir. En caso contrario, uno queda a expensar de lo que imponga el piloto.
Al respecto, es indispensable que el municipio fije los precios a partir de las inmediaciones de la plaza de armas, teniendo como límites las avenidas España, América y así sucesivamente.
Es importante recalcar que el estado de los vehículos depende exclusivamente de los dueños y si en la actualidad circulan automotores viejos, oxidados y malolientes es por la falta de efectividad de las autoridades que no sancionan, ni prohíben su circulación.
La ciudadanía no tiene ninguna obligación de intervenir en la modernización de los vehículos de servicio público. Eso debe quedar muy claro.
Que cada uno asuma su responsabilidad y adquiera unidades modernas que sean motivo de orgullo del propietario y los pasajeros.
De otro lado, si la gasolina es subsidiada por el gobierno y su precio se mantiene inalterable, en estos momentos resulta contraproducente hablar de aumento de pasajes.
Esperamos que la dirigencia de los choferes asuma el reto con responsabilidad. Sin involucrar a la ciudadanía que ya tiene bastante con el incremento de precio de los productos de primera necesidad.
Y si no les resulta rentable, cambien de rubro. Pero, por favor, no incluyan al pueblo en un problema que es exclusivamente de ustedes…
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