Humala en campaña, cuando en Trujillo se comprometió luchar contra la violencia. Hasta hoy, no honra su palabra...
Esa actitud constituye un engaño o
una burla para quien depositó su confianza en el candidato que no tiene el suficiente
valor de honrar su palabra.
Lo que más duele al elector es que
te mientan. Es lo peor que le puede suceder al que confía en compromisos que,
al final, se los lleva el viento.
La muestra más cercana de lo
expresado la acaba de dar a la ciudadanía el mismo presidente del Perú.
Durante la última entrevista que
concedió, cuando se le preguntó sobre el aumento del índice de violencia, dio
una respuesta insólita.
- “No sé si será el mayor problema del
país. No tengo una bola de cristal para saberlo…”
Eludiendo su directa responsabilidad
con la ciudadanía, culpó de la grave situación a los gobiernos anteriores.
¿Acaso se necesita ser adivino para
comprobar que el grado de inseguridad se
ha incrementado de manera alarmante…?
Si él no lo sabe. Allí están sus
ministros. Sus asesores. ¿No lee los diarios. No ve televisión, escucha radio,
ni acude a las redes sociales…?
Al respecto la gente, sin ocultar su
preocupación, se pregunta: ¿Cómo va a resolver el problema si no lo acepta o no
lo quiere ver…?.
En un momento de lucidez, recomendó
a los jueces y fiscales no liberar a quienes transgreden las leyes.
Pero, mejor ¿Por qué no dispone
modificar el aparato jurídico garantista existente…? Así se notará, siquiera en parte, su mano.
¿Por qué no exige superar los vacíos
legales que liberan a quienes no lo merecen y contribuye a que la justicia sea
más efectiva…? Hay muchos aspectos similares más.
Felizmente, la tecnología permite
perennizar los discursos y cotejarlos con el comportamiento posterior de sus
autores.
Por eso, los medios de comunicación han
difundido las palabras del presidente cuando llegó en campaña como candidato a
Trujillo.
En esos días, si sabía que la
delincuencia era un problema y en su discurso se comprometió venir como
gobernante para luchar contra el crimen.
Durante el mitin se escucha a la
multitud lanzar ensordecedores gritos. ¿Recuerdan éste…?: “Urgente, urgente, Humala
presidente…”
Sería interesante saber ahora el sentir
de esas fervorosas personas que, en el proceso electoral del 2011, apostaron
por el mandatario.
Seguro que están tan desilusionadas
como nosotros. Porque consideran que fueron utilizadas, pues nada de lo
ofrecido se cumplió.
Esta, la actual, es la otra cara. La
verdadera, del entonces candidato…
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