Un "aviso" que circula en el ciberespacio que da una idea acerca del criterio que tiene la gente sobre los partidos políticos en el Perú...
Ahora le planteamos la pregunta con mayor amplitud: ¿Aceptaría que parte del dinero que usted aporta al Estado sea utilizado para financiar a los partidos políticos…?
¿Qoé le parece...? A los partidos políticos existentes en el Perú. Aquellos que nunca saben escoger a los candidatos idóneos para el Congreso y luego son sometidos a investigaciones, suspensiones y cosas por el estilo.
Aquellos que solo abren sus puertas y funcionan en la época electoral y desaparecen al terminar los comicios.
Los partidos carentes de confianza e institucionalidad. Que tienen en sus padrones mayor número de adherentes que afiliados.
Esas organizaciones políticas que a través de sus representantes elegidos defraudan por completo al pueblo peruano.
Resulta que el Jurado Nacional de Elecciones acaba de plantear en su proyecto de código electoral y código procesal electoral (¡Que tales denominaciones…!), hacer efectivo el financiamiento estatal a los partidos.
El gobierno, que no tiene dinero para concretar urgentes proyectos de salud, educación y vías de comunicación, entre otros, tendría que destinar dinero para entregarlo a los partidos políticos.
Simplemente imposible. Las referencias históricas demuestran la desorganización ancestral de estas agrupaciones.
Y no debe ser la colectividad, a través de los impuestos que cancela al Estado, la que se encargue de contribuir al soporte económico exigido.
Algo más. Hace poco el mismo Jurado Nacional de Elecciones informó que desde junio del año pasado hasta la actualidad, cerca de cinco mil miembros renunciaron a su afiliación partidaria.
Esto es una muestra de la falta de motivación, interés y vínculos permanentes entre los militantes y los partidos
Ante ese desorden y desaire, no les queda otra alternativa que alejarse de sus filas.
En realidad, la legislación actual establece que el financiamiento está sujeto al presupuesto nacional. Sin embargo, en la práctica no se concreta.
Ocurre que la situación no ha cambiado y el gobierno necesita el dinero para emplearlo en acciones que beneficien al país,
Entonces, mal haría en orientarlo a los fines que el JNE propone. Sobre todo por la decepción que representan los partidos políticos.
Esa percepción ciudadana no es nueva y es posible que transcurra mucho tiempo para que cambie…
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