La Convención Americana de Derechos Humanos establece el derecho a la información y a la libertad de expresión...
La reciente observación del Presidente de la República a la denominada “ley mordaza” que pretende penalizar las comunicaciones obtenidas ilegalmente, constituye un abierto reconocimiento a la labor de la prensa peruana.
Igualmente, representa el respaldo otorgado a la ciudadanía que apoya la tarea de investigación desplegada por los periodistas al convertirse en la única fuente para el conocimiento de los hechos de interés nacional.
Recordemos que la norma aprobada por el Congreso establece denunciar penalmente hasta con cuatro años de prisión efectiva a quien difunda comunicaciones privadas.
El polémico proyecto, respaldado casi por mayoría parlamentaria, fue duramente cuestionado por representantes de los medios de prensa, analistas y la población en general.
Tal rechazo se sustenta en ser considerada como una evidente amenaza contra la libertad de expresión y el derecho a la información que consta en la Convención Americana de Derechos Humanos.
Además, representa un instrumento inconstitucional que limita el trabajo periodístico y censura la función informativa
Es justo reconocer que, debido a acuciosas investigaciones periodísticas, fueron denunciadas inaceptables negociaciones en las altas esferas del gobierno.
La valiente difusión de los audios se consideró como una clara muestra en defensa de los intereses del país y sirvió para declarar la lucha directa contra los actos de corrupción.
Eso si, no deja de llamar la atención que, luego del pronunciamiento del primer mandatario, surjan congresistas que mantienen la cerrada posición de encarcelar a los hombres de prensa.
Incomoda en especial que entre ellos se encuentre alguien que antes cumplía labores de comentarista deportivo y ahora, en condenable actitud, se enfrenta a sus propios colegas.
En un momento de la discusión acerca de la “ley mordaza”, se trató de desviar el debate en torno al concepto de interés público.
Es obvio que los asuntos estrictamente íntimos e irrelevantes deben ser respetados en toda la extensión de la palabra
No obstante, cuando las expresiones o hechos, por más privados que parezcan, están referidos o comprometen el devenir de la Patria, es una obligación revelarlos a la colectividad a través de los medios.
Los periodistas tenemos definida esa tesis. Ahora solo se espera que el Congreso atienda las correcciones del Presidente y perfeccione la norma…
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