Hoy se cumplen setenta años del ataque a Pearl Harbor, en Oahu, Hawai, durante la Segunda Guerra Mundial...
“En toda guerra nadie gana.
Todos perdemos…”
(Anónimo)
La mañana del 7 de diciembre de 1941, hace setenta años, luego de recibir el código: “Tora, tora, tora…” (“Tigre, tigre, tigre…”), se produjo una de las más grandes incursiones aéreas de la historia.
Ocurrió durante la Segunda Guerra Mundial y estuvo dirigida a la base naval de Pearl Harbor en la bahía de la isla Oahu, Hawai, por el almirante japonés Isoroku Yamamoto, iniciando la campaña del Pacífico.
El objetivo primordial era neutralizar las embarcaciones americanas y ocupar las colonias occidentales del sudeste asiático para eliminar el embargo económico al que fue sometido Japón.
La flota combinada oriental estuvo conformada por seis portaviones, dos acorazados, tres cruceros, dieciséis destructores, varios submarinos y trescientos setenta aviones de combate.
Esta acción estratégica originó la muerte de 2,403 militares, sesenta y ocho civiles, destruyó trece buques de guerra y ciento ochenta y ocho aviones de combate.
Luego hubo otro ataque pero, según los entendidos, se erró en no programar una tercera oleada contra los talleres de reparaciones y los almacenes de combustible.
Seis meses y unas cuantas semanas fueron suficientes para que las fuerzas aliadas pudieran recuperarse y estar en condiciones de repeler e iniciar operaciones exitosas a diferentes frentes adversarios.
Después de Pearl Harbor, Estados Unidos declaró la guerra a Japón. Enseguida Alemania hizo lo mismo con los norteamericanos.
El sorpresivo ataque provocó el ingreso de Estados Unidos a la contienda que se prolongó hasta casi finales de 1945.
Según los historiadores contemporáneos, Pearl Harbor hizo cambiar la vida de la humanidad y el rumbo del siglo XX.
Esta contienda, como todas las que se han producido a través de la historia del hombre solo han ocasionado pérdidas humanas, materiales y económicas.
Al mismo tiempo, mucha angustia, dolor y lágrimas. Por eso se dice, con toda razón, que en las guerras nadie gana, sino que al contrario, todos perdemos...
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